EXHORTACIÓN DE FIN DE AÑO
CARLOS OROZCO GALEANA
El arzobispo Norberto Rivera lanzó una crítica convincente en relación a las condiciones en que se desenvuelve el país, las que considera realmente inaceptables. Seguro que tratarán de lincharlo en los medios comunicadores o sectores que no comparten la doctrina cristiana, pero en verdad lo que dice se sustenta en hechos que todos conocemos y vivimos.
En primer término, tocó un aspecto vital: replantear el servicio público y revisar condiciones de distribución de la riqueza. Respecto a la primera de estas dos ideas, dijo que el servicio desde las instituciones debe ser para el bien común, no un filón de oro y manantial de inmorales e insultantes riquezas. “ No es posible que altos mandos de la burocracia auto asignen cifras incalculables como bonos de fin de año en tanto hay millones de mexicanos que padecen hambre, inseguridad social y otros elementos básicos para la subsistencia y el salario mínimo solo aumente siete pesos”. Los congresos, ciertamente, están repletos de gente rapaz.
Se preguntó, como muchos mexicanos lo hacemos, por qué debemos soportar esos actos ilegales de la alta burocracia; por qué “recortar lo esencial para solapar lo inmoral”, por lo que instó a rechazar ese saqueo de recursos simulado y pedir que renuncien los funcionarios a esos bonos ofensivos. Algunos, los menos, lo han hecho.
Dudo que el lector no esté de acuerdo en que esos dichosos bonos de fin de año son un insulto a los mexicanos: Diputados federales recibirán o recibieron ya 140 mil y senadores 234 mil; el titular de la Auditoria Superior de la Federación – carabina de Ambrosio – obtendrá 404 mil; los ministros de la SCJN, 586 mil pesos ! Los consejeros de la Judicatura Federal, 378 mil pesos, los consejeros próceres del INE 537 mil pesos y el jefe de la CNDH 404 mil pesos.
Respecto al segundo punto – distribución de la riqueza – el arzobispo planteó que tendría que revisarse ese esquema de injusticia. Aparte de que está mal la forma en que circula la riqueza, a favor de unos pocos y en perjuicio de los más, tenemos que los gobiernos no trabajan a favor de las comunidades como dicen hacerlo, sino más bien a favor de los sectores que tienen en un puño al país. Un dato: En el 2015, Hacienda dejó de captar impuestos por unos 850 mil millones de pesos dizque para incentivar la productividad, pero la verdad es que perdonó a los ricos empresarios esa cantidad, que se pudo haber invertido en obras para satisfacer necesidades urgentes.
En nuestro pueblo decimos que se le mide mal el agua a los camotes cuando caemos en errores acerca de algo que hacemos y que podría resultar insatisfactorio.
Enrique Peña Nieto tiene rato que no le pone agua suficiente al cocimiento de las buenas soluciones y aquellos tubérculos se le han quemado. Si bien es cierto que empezó con brío, este se ha ido perdiendo al calor de los intereses presumiblemente ordenados, maiceados, cuando se firmó el Pacto por México. Las leyes secundarias que debían seguir a la proclamación de las reformas registran una tardanza que pone en tela de duda su efectividad en el corto plazo.
Termina un año terrible para México, sobre todo con la amenaza de un hombre desquiciado y profundamente anti humano como Donald Trump, a quien tendrá que lidiarse con el capote de la tolerancia y las convicciones firmes. En economía, México debe abrirse a más mercados y no temer. No todo es USA, aunque sea la nación más importante para nosotros en términos comerciales. Además, tendrán que buscarse fórmulas que reduzcan la violencia y promover duramente el empleo.
Son muy serios los problemas como para perder tiempo, pues. La sociedad mexicana tiene que organizarse bajo reglas que permitan terminar con las condiciones que nos dañan tanto e insistir a golpe de convicciones en las que procuren el bien a todos. Reflexionemos sobre las maneras en que podemos contribuir cada uno a una vida armoniosa en términos duraderos.
Feliz Navidad a todos y un año nuevo próspero. Nos encontramos el 9 de enero. Descansaré y también lo harán ustedes. Muchas Gracias. BP
