Oficinas del Gobierno y escuelas cerraron luego de que al menos 250 réplicas remecieron el área. El Ejército estimó una cifra más alta de muertos, pero la agencia de desastres del Estado no pudo confirmar el número.
Un alumno de sexto grado murió después de ser rescatado de una capilla colapsada, mientras que una niña de 9 años falleció cuando una pared de cemento de una escuela se derrumbó, dijeron las autoridades.
La mayoría de las muertes se produjo por un alud en La Libertad, en la provincia de Negros Oriental, cerca del epicentro del sismo, a 5 kilómetros de la costa de Tayasan, en un estrecho que separa a las islas de Negros y Cebu. El temblor se registró a una profundidad de 10 kilómetros, de acuerdo a estimaciones locales.
Un edificio de tres pisos se derrumbó, cabañas ubicadas en la costa quedaron destruidas y unas 20 casas sufrieron daños severos por una repentina crecida del agua, informó la agencia de desastres.
El USGS estimó la magnitud del sismo en 6,7 y a una profundidad de 19,8 kilómetros.
El Ejército reportó que otro alud en la localidad de La Trinidad enterró parcial o totalmente 100 casas. También habló de saqueos en otra parte de Negros Oriental y dijo que estaba colaborando con la policía para restablecer el orden.
El Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas levantó un alerta de tsunami. Algunas rutas, puentes, escuelas, edificios gubernamentales y casas sufrieron grietas, pero las principales carreteras seguían siendo transitables a pesar de las réplicas.
Una réplica registró una magnitud de 6,2 más de seis horas después del terremoto.
«Aunque la amenaza de daño inmediato parece haber pasado, pedimos a la población de zonas afectadas que permanezca alerta y en calma y que coopere con las autoridades», indicó un portavoz presidencial.
En televisión se vieron imágenes de personas escapando de edificios, residentes reunidos en espacios abiertos y alumnos llorando.
«He aconsejado a nuestra comunidad que regrese a sus hogares y mantenga la calma. Pido ayuda a nuestro presidente. Recién nos estamos recuperando del tifón Sendong y ahora (ocurre) este sismo», dijo el gobernador de Negros Oriental, Roel Degamo, en una entrevista por televisión.
El funcionario se refería al tifón que dejó cerca de 1.250 muertos en el sur de Filipinas en diciembre.
Según cálculos de Reuters, el sismo se sintió en áreas en un radio de hasta 112 kilómetros.
Durante el fin de semana, el USGS registró un sismo de 5,6 de magnitud en la costa de la provincia Samar, en el centro de Filipinas y al noroeste de Negros.
Con información de Reuters
