Sirios toman las calles para protestar, mientras se registran explosiones

Dos explosiones afectaron edificios gubernamentales en la ciudad siria de Aleppo este viernes, lo que alimenta la versión oficial de que son «terroristas» y no las fuerzas de seguridad del gobierno quienes provocan la violencia que ha dejado miles de muertos en todo el país.

Las explosiones en dos edificios de las fuerzas de seguridad ocurrieron el mismo día en que miles de personas se manifestaron contra Rusia por vetar la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para condenar la violencia en Siria.

La protesta Rusia está matando a nuestros niños es organizada por grupos opositores al gobierno.

En medio de críticas internacionales por el veto en la ONU, Rusia acusó a Occidente de tener presencia militar en Siria para avivar la lucha e intervenir en los asuntos internos.

«Están apoyando a la oposición y dándoles armas», dijo Alexei Pushhov, jefe de la Cámara Baja del Parlamento ruso, la Duma, según un reporte de la agencia estatal Itar-Tass.

Rusia, aliado del régimen sirio desde la era soviética, ha dicho que, a pesar del veto en el Consejo de Seguridad, apoya el fin de la violencia, pero cree que el país debe resolver solo la situación.

En Aleppo, la explosión golpeó una instalación militar y una sede de las fuerzas de seguridad.

La televisión estatal siria dijo que al menos 25 personas murieron y 175 resultaron heridas. Según la Agencia Árabe de Noticias, entre los heridos había un número desconocido de soldados.

La televisión estatal mostró imágenes de cuerpos quemados y mutilados, así como ventanas rotas en Aleppo.

Un miembro de la oposición comentó que las explosiones dentro de la ciudad sonaron como fuertes disparos procedentes del hospital militar y la jefatura de policía.

«Después de la segunda explosión, el sonido de los disparos se escuchó por la mañana durante unos 20 minutos», dijo el opositor.

Al sur de Aleppo, en la sitiada ciudad de Homs, las tropas gubernamentales irrumpieron en el barrio de Inshaat con tanques y vehículos blindados, de acuerdo con un grupo de la oposición.

El barrio se ha convertido en un refugio para los grupos opositores que huyen de los combates y bombardeos del cercano barrio de Bab Amr, dijo el grupo.

CNN no puede confirmar de forma independiente los reportes sobre el número de víctimas en Siria, porque el gobierno ha limitado el acceso de los periodistas internacionales.

El presidente Bachar Al Asad ha negado en repetidas ocasiones que ataque a los civiles; además, ha dicho que las fuerzas sirias se dirigen contra grupos armados y terroristas extranjeros empeñados en desestabilizar el gobierno.

Sin embargo, la mayoría de los reportes sobre el país dicen otra cosa. La oposición en Homs describe ataques recurrentes con explosiones de morteros y tanques por parte de las fuerzas sirias, gente sangrando en las calles por falta de atención médica y francotiradores disparando a civiles que intentan protegerse.

Fotos satelitales de Homs tomadas este mes y comparadas con fotos de agosto del 2010 muestran a una ciudad cambiada; en las nuevas imágenes hay franjas de zonas quemadas, techos arrancados y calles vacías.

En las fotografías del 2010 se ven las mismas calles con autos, así como líneas de edificios y techos intactos.

Una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para condenar la violencia en Siria fue rechazada, ante el veto de China y Rusia. Los otros 13 miembros del Consejo, incluido Estados Unidos, votaron a favor de ella. La Unión Europea y la Liga Árabe también la apoyaban.

Ante este ambiente en la organización, Estados Unidos y otros países han llamado a la creación del grupo Amigos de una Siria Democrática para apoyar la transición política en ese país, de acuerdo con Victoria Nuland, vocera del Departamento de Estado.

Turquía, un severo crítico de la represión de Al Asad, ha ofrecido ser anfitrión de una reunión para discutir el tema. Actualmente, este país es sede de una oficina del Consejo Nacional Sirio y del Ejército Libre Sirio.

«Damasco parece haber tomado el veto en el Consejo de Seguridad como una licencia para matar», dijo Ibrahim Kalin, consejero de policía exterior del primer ministro turco en una columna publicada este viernes en el diario Zaman.

Kalin añadió que Turquía tratará de reunir apoyo internacional para conseguir un mayor «aislamiento político, diplomático y económico» del régimen de Bachar Al Asad.

Con información de CNN

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