Shakira pone a bailar a los jugadores del Barça

El estadio, con capacidad para más de 50.000 personas, se llenó a medias y el concierto empezó con más de dos horas de retraso –lo que provocó silbidos, una pañolada y gritos de «fuera, fuera» entre el público– pero Shakira supo darle la vuelta a la situación. Después de cantar de manera algo discreta ‘Años luz’, una canción de su último disco, ‘Sale el sol’, entonó ‘Te dejo Madrid’ y entonces se dirigió al público en un perfecto catalán y se mostró feliz de estar en Barcelona, especialmente en un día «con tantas cosas que celebrar».

Poco tardó la colombiana en contentar al público con uno de los reclamos de la noche: la visita de la plantilla del Barça, recién llegada de la celebración del título en el Camp Nou: Piqué, Xavi, David Villa, Pedro, Bojan y Busquets subieron al escenario y se vieron obligados a mover las caderas –con más o menos gracia– bajo las órdenes de la artista.

Los guiños a la victoria del Barça han sido una constante en toda la noche, igual que las miradas de complicidad que la cantante lanzaba a su novio, especialmente al cantar ‘Inevitable’, una balada cuya letra ha cambiado para poder decir: «Gracias al número tres ahora entiendo de fútbol, no pregunten cómo fue pero desde que lo vi cada día sale el sol». Shakira se puso rockera al cantar ‘Suerte’ y al versionar la mítica ‘Nothing else matters’ de Metallica y se adentró en sus orígenes libaneses al cantar ‘Ojos así’ a golpe de cadera, pero también dejó ver una vena flamenca al cantar ‘Gitana’, con una larga falda, tocando la harmónica y contoneándose al ritmo del cajón y la guitarra española.

«SOY LOCA CON MI PIQUÉ»

Después de repasar éxitos sonados como ‘La Tortura’, ‘Ciega sordomuda’ y ‘Las de la Intuición’, otro de los momentos destacados del concierto ha llegado con ‘Loca’, la canción cuyo videoclip rodó en Barcelona –y que le valió una multa por bañarse en una fuente y circular en moto sin casco– y que también dedicó a su enamorado: «Soy loca con mi Piqué, loca, loca, loca», cantaba en cada estribillo, mientras movía el cuerpo a un ritmo infernal.

Para el final dejó su faceta más romántica, cuando ataviada con un espectacular vestido azul entonó ‘Antes de las seis’, una parada para coger aire hacia la frenética recta final del concierto: ‘Hips don’t lie’ –otra buena dosis de caderas– y al fin, ‘Waka waka’, la canción que el público pedía a gritos y que Shakira cantó dando saltos de alegría bajo una nube de confeti.

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