Receta para tomar un baño
Por: Mariana
Siendo una mujer que vive en un estado en el que las temperaturas pueden llegar hasta 39 ºC, y transportándose de un lado a otro sin un auto que tenga aire acondicionado…es más, ni siquiera que pueda tener un vehículo, se necesita más de una ducha diaria. No lo digo por necesidad, sino por placer…
El placer empieza al ver las pequeñas gotas de sudor que recorren mi piel, creando un cosquilleo místico, en el que el cuerpo y la mente se unen para jugar con la imaginación…
Entro al baño y giro la llave para que el agua empiece a calentarse. El sonido del agua cayendo empieza a deleitarme, solamente cierro los ojos y la imagino empapando mi cuerpo.
Lentamente desabotono mi blusa, empezando desde arriba para poder rozar mis pezones con las muñecas.
Afortunadamente no llevaba un brassiere puesto, «Así será más rápido entrar a la tina», pienso, dejando salir una sonrisa perversa. Dejo caer la prenda para poder continuar con lo demás, la parte más divertida…
Deslizo mis manos desde los senos hasta la cadera, desajustando un pequeño nudo que detiene la falda. «Et, voilá!»… Resbala por mis piernas, dándoles pequeñas caricias que aumentan el estremecimiento.
Sujeto con los dedos una diminuta braga, y bajando, suavemente toco mis muslos… Retiro el broche de la cabeza para dejar caer la cabellera que abraza mis hombros y espalda… Por la luz tenue se asoma ligeramente el vapor… Es momento de entrar..
El agua cae, tocando delicadamente mi cuerpo, jugando con mi cabello y yo, divirtiéndome con gran inocencia.
Mojándome, recuerdo el calor de otro cuerpo a mi lado. Paso los dedos por mi cabeza, la cara, el cuello… el cuello… «…ese cuellito lo devoraré con pequeñas mordidas…» .
Tomo un poco de shampoo. Junto las dos manos y comienzo a dar un poco de masaje, cierro los ojos y me dejo llevar… Luego, vuelvo a sentir como el agua cae y me despierta.
Cojo el jabón y empiezo.. se origina una suavidad en mi figura. Primero el abdomen, me abrazo para poder alcanzar mi espalda… el agua se siente tan bien… Cierro los ojos nuevamente y masajeo mis senos, avanzo hasta mis muslos y juego un poco con ellos.
Aprieto mis glúteos y mis dedos empiezan a escurrirse por aquél pequeño hueco que se siente tan caliente.. Toco con un poco de agonía y deseo y me dejo llevar por el ardor del agua sobre mí…
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