Colima.- La senadora Mely Romero Celis presentó un punto de acuerdo por el que se exhorta al titular de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) a que sea incluido el cocotero o palma de coco en el listado de especies sujetas de apoyos en el programa ProÁrbol, como especie no-maderable y maderable.
La importancia que tiene la incorporación de la palma de coco en el listado de especies sujetas de apoyos al programa ProÁrbol, es que permitirá que la misma coadyuve al repoblamiento, en razón de que éste no se lleva a cabo en la actualidad debido a que tiene una esperanza de vida de 100 años.
Mely Romero presentó el punto de acuerdo dando seguimiento a la visita que realizó el pasado 23 de marzo a industriales de coco de Armería y Tecomán, donde el presidente del Consejo Estatal de Productores de Coco de Colima, José Saúl de Santos y con el presidente del Sistema Producto Coco, Felipe Peña Ochoa, le comentaron la necesidad de repoblar las palmeras ya existentes, pues actualmente la población es de 50 a 70 palmas por hectárea, siendo además palmeras viejas, por lo cual el objetivo es contar con una población de entre 150 y 180 palmas por hectárea y al aumentar la población se logrará un cultivo más rentable. Precisaron que la meta es plantar 100 mil palmas anualmente, durante cinco años.
En el punto de acuerdo la senadora ponderó que la producción de cocotero es considerada como un cultivo de gran importancia económica y prominentemente social, al depender directamente de este cultivo aproximadamente 60 mil familias, en el área rural, y 400 mil personas ocupadas en su proceso agroindustrial. En nuestro país se estima que el cultivo de la palma de coco abarca una superficie de 90 mil hectáreas, la mayor parte de ellas ubicada en las costas del Pacífico. El uso de esta planta es en su totalidad para el mercado interno, y sus principales usos son para la industria coprera, sin embargo, la producción del cocotero no es sólo copra, existen diversos productos y subproductos que determinan diferentes canales de comercialización para este producto.
La producción de cocotero se focaliza en 12 entidades, cinco en el golfo (Tabasco, Veracruz, Campeche, Yucatán y Quintana Roo) y siete en el pacífico (Guerrero, Colima, Oaxaca, Michoacán, Nayarit, Jalisco y Chiapas). En el Pacífico la superficie aproximada de cultivo alcanza los 73 mil 500 hectáreas, sobresaliendo Guerrero con el 60 por ciento de esta superficie y Colima con el 20 por ciento; los principales productos que se obtienen del cocotero son: fruta, coco seco, pulpa, madera, cáscara, huesillo, agua, empaques y fibras, además de copra y aceite.
Agregó que La Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable faculta a la Comisión para “desarrollar, favorecer e impulsar las actividades productivas, de protección, conservación y de restauración en materia forestal, así como participar en la formulación de los planes y programas y en la aplicación de la política de desarrollo forestal sustentable y sus instrumentos.”
La Conafor emite el listado de especies sujetas de apoyo en el programa ProÁrbol, como especie maderable y/o no maderable, sin embargo la palma de coco no está incluida en esta lista, a pesar de que uno de los usos que se le da a la misma es eminentemente como madera y para la construcción de muebles y casas entre otras cosas.
Finalmente, Mely Romero enfatizó que de incluirse en esta lista se harían acreedores a los apoyos contenidos en el programa en mención, un importante número de productores rurales ubicados en 12 entidades de la República.
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