Los rebeldes que luchan por derrocar al presidente sirio, Bashar al-Assad, declararon el viernes al aeropuerto internacional de Damasco como una zona de batalla y advirtieron a los civiles y aerolíneas que aproximarse al sector sería una medida «bajo su propio riesgo».
Los combates en los alrededores de la capital se han intensificado en la última semana, lo que llevó a opositores de Assad en Occidente a suponer que el conflicto de 20 meses que ha dejado 40.000 muertos estaría llegando a su fase definitoria.
«Los eventos en terreno en Siria se están acelerando y eso lo estamos viendo en varias formas», dijo la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, antes de sostener conversaciones con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, que respalda a Assad.
«La presión sobre el régimen dentro y alrededor de Damasco parece estar incrementándose», aseveró Clinton en Dublín.
El Gobierno sirio dice que este no es el caso y que el Ejército está replegando a los rebeldes a sus antiguas posiciones en los suburbios y afueras de Damasco, donde han estado intentando reforzar su ofensiva.
Muchos de los que han seguido de cerca los acontecimientos en terreno dicen que las afirmaciones sobre un punto de quiebre en el conflicto son demasiado prematuras.
«Creo que es poco razonable esperar que la batalla esté ahora en sus últimas etapas», dijo Rami Abdelrahman del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que ha realizado un seguimiento del conflicto desde su inicio en marzo del 2011.
«Los grandes avances se ven en los medios. Ciertamente la situación no es buena para nadie(…) Las zonas de Aleppo en manos de rebeldes apenas cuentan con alimentos y siempre está el riesgo de ataques del Gobierno», aseveró.
No obstante, Abdelrahman admitió a Reuters que era verdad que el Gobierno se está retirando de varias zonas y que las fuerzas del Assad están cada vez más exhaustas.
ADVERTENCIA A CIVILES Y AEROLINEAS
La interrupción del acceso al aeropuerto situado a 20 kilómetros del centro de Damasco sería un golpe simbólico para Assad. Los rebeldes reconocen que el terminal aéreo todavía está en manos de las tropas del Gobierno.
«Las brigadas insurgentes que están poniendo bajo asedio al aeropuerto decidieron ayer (jueves) que ahora es una zona militar», dijo Nabil al-Amir, portavoz del rebelde Consejo Militar de Damasco. «Los civiles que se acerquen ahora lo hacen bajo su propio riesgo», declaró.
Los combatientes esperaron dos semanas para que el aeropuerto fuera despejado de la mayoría de civiles y de personal de aerolíneas antes de declararlo un objetivo, agregó.
Aerolíneas extranjeras suspendieron todos los vuelos a Damasco desde que comenzaron los combates cerca del aeropuerto la semana pasada, aunque algunos aviones de Syrian Air usaron el terminal en los últimos días.
Washington y sus aliados europeos han buscado por largo tiempo derrocar a Assad, mientras que Rusia lo ha protegido en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Pero en varias situaciones se han detectado señales de que el presidente ruso, Vladimir Putin, podría estar perdiendo la paciencia con Assad, aunque la postura oficial de Moscú aún no ha cambiado.
Lavrov desestimó el jueves la posibilidad de encontrar una salida diplomática al conflicto en Siria en una reunión con Clinton y con el enviado espacial de la ONU Lakhdar Brahimi.
«Rusia y Estados Unidos acordaron reunir a sus expertos en los próximos días con Brahimi y sus delegados para elaborar propuestas y un intercambio de opiniones sobre cómo avanzar hacia una resolución», expresó Lavrov.
«No haría pronósticos optimistas (….) Queda por ver qué saldrá de esto», dijo, y agregó que Brahimi estaba al tanto de que la posibilidad de éxito estaba «lejos del 100 por ciento». {jathumbnail off}
