«Educación, la vía para erradicar la pobreza y la criminalidad»: A. Oppenheimer

Si los países pobres o en desarrollo quieren dejar atrás la pobreza y la violencia, dijo este martes Andrés Oppenheimer, columnista del Miami Herald, deben invertir tiempo y dinero en la educación, especialmente la educación de calidad, que para él significa apoyar la ciencia, la tecnología y las innovaciones.

Por eso criticó que, siendo la educación el tema que debe predominar en las agendas políticas y nacionales, en el debate de los candidatos a la presidencia celebrado hace días en México, se la haya considerado, dijo, “un subtema y no El Tema”.

Autor de libros como Cuentos chinos y ¡Basta de historias!, A. Oppenheimer dictó la conferencia “El desafío educativo y tecnológico en México y América Latina”, ayer en el Teatro Universitario. Él vino a nuestra entidad invitado por la Universidad de Colima y el Colegio de Economistas de Colima AC. Llenó el auditorio de estudiantes y profesores y autografió más de cien libros.

Explicó que para saber por qué unas naciones mejoran más que otras, visitó China, Finlandia, Singapur, Irlanda, Israel, la India, Brasil, México, Uruguay, Chile y Venezuela, y encontró que países con logros similares pero con ideologías distintas, sólo tenían una cosa en común: apostaron por la educación.

Añadió que los países con más avances, sobre todo en Asia –muchos de los cuales hace años eran más pobres que México–, redujeron los índices de pobreza hasta en un 40 por ciento gracias a que apostaron por la educación.

Parte de la idea de que en una sociedad del conocimiento como la nuestra, lo que vale más no son las materias primas ni las manufacturas, sino las innovaciones, las nuevas aplicaciones tecnológicas, las patentes, que son las que dejan más del noventa por ciento de las ganancias de un producto.

Y los productos innovadores, añadió, sólo pueden darse en naciones donde existe un gran apoyo a la ciencia, la tecnología y las innovaciones. En este tema dijo que mientras las naciones asiáticas registran 76 mil patentes al año, Latinoamérica sólo registra 500, 233 de Brasil y 115 de México.

En México, comentó Oppenheimer, un grupo de expertos estudió por qué siendo un país que seguía casi puntualmente las recomendaciones de los economistas, no lograba un buen crecimiento. Su conclusión, dijo, fue que el problema no era económico ni político, sino educativo, “como ocurre ahora en Estados Unidos, que no se pone de acuerdo en este tema, y de seguir así todos los países asiáticos nos van a rebasar”.

Dijo, citando a Bill Gates, que los países que más avanzan en educación son los más humildes. Es decir, sólo aquellos países que se saben deficientes, y que lo reconocen, son los que finalmente deciden mejorar. En países como China y Finlandia, dijo, la gente y sus funcionarios hablan de lo mucho que les falta por mejorar y en Latinoamérica abundan los discursos triunfalistas.

Aseguró que nuestros países son más complacientes que los asiáticos, pues a pesar de los malos resultados que obtienen en pruebas internacionales en temas como ciencias, matemáticas y lenguaje, piensan que tienen buenos sistemas educativos.

Para lograr cambios significativos, Andrés Oppenheimer insistió varias veces que no basta con las buenas intenciones de los políticos, sino que debe haber una presión social constante y a largo plazo, para colocar el tema de la educación en el centro de la agenda nacional, porque como escuchó decir en Brasil, “la educación es algo demasiado importante como para dejarla en manos de los gobiernos”.

En esta presión social, añadió, los medios son importantes, ya que en vez de ofrecer como modelos a seguir sólo a deportistas y actores, deberían promover también a otro tipo de personas, sobre todo a los más brillantes.

Si no hay presión social, dijo por último, los sindicatos educativos y los políticos no van a hacer nada, “porque lo que les interesa es seguir manteniendo sus privilegios. Si no se hace este esfuerzo supra-institucional, seguiremos condenando a los jóvenes a la pobreza y la criminalidad por el resto de sus vidas”.

Pidió además “aprender de los mejores y dejar de estarnos mirando el ombligo”.

A la conferencia, que duró casi una hora, asistieron el gobernador Mario Anguiano Moreno y el Encargado del Despacho de Rectoría de la Universidad, Ramón Arturo Cedillo Nakay. También estuvieron el rector con licencia Miguel Ángel Aguayo, el ex rector Carlos Salazar Silva, el presidente del Colegio de Economistas de Colima, Omar Magaña Ceballos y Juan Carlos Yáñez Velazco, secretario académico de la U de Colima. {jathumbnail off}

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí