Tú puedes curarte emocionalmente

Ruth Holtz *

En el camino de la vida vamos acumulando heridas emocionales que llevamos a cuestas y que continúan haciendo efecto en nuestra forma de ser y de actuar. Si la existencia de por sí trae sus desafíos, estas heridas pueden complicarlos aún más e inclusive fomentar la vivencia de cierto tipo de situaciones.

De manera que para ser libres de su influencia en la toma de decisiones, en las reacciones emocionales posteriores y en la vida que queramos vivir es indispensable “curar nuestras heridas emocionales”. Este término de “curar” a veces ha confundido a las personas que han asociado los problemas emocionales con “estar enfermo”. Y como los enfermos los curamos con medicina, han esperado que haya un remedio externo parecido a un medicamento que una vez administrado, pues ya está, se van curando si nada más qué hacer. Si bien es cierto que ciertas enfermedades afectan nuestras emociones y que ciertas alteraciones cerebrales determinan estados emocionales tratables con medicamentos, eso no quiere decir que las “heridas emocionales” sólo requieran de medicina y ya.

La psicoterapia nació en un ambiente médico y tomó en sus inicios mucha de su terminología de la medicina. Sin embargo hoy en día las psicoterapias se han diversificado mucho e inclusive se han separado cada vez más de la medicina, de la psiquiatría y otros medios que pretenden “curar” con un remedio externo que se aplica y entonces actúa y transforma lo interno.

La psicoterapia se ha vuelto una herramienta en el camino de la existencia, una herramienta para enfrentar de manera más inteligente emocionalmente los desafíos de la vida. La psicoterapia hoy en día nos brinda sus visiones, sus herramientas y valores para enfocar nuestro interior y ubicar nuestras heridas emocionales para poderlas sanar. Y las buscamos curar enfrentando el pasado, recorriendo nuestra historia personal, recontándola con nuevas interpretaciones de los hechos, con renovados sentimientos amorosos y con la decisión de reorientar lo mal encaminado para así apuntar a lo que realmente queremos para nosotros mismos, para nuestra vida y para su significado.

La psicoterapia ya no es para trastornados mentales, sino para gente que quiere crecer y mejorar como persona. La psicoterapia es para personas con deseos de crecer emocionalmente, que quieren liberarse de sus viejos dolores de la infancia o de su pasado inmediato con sus parejas o amigos. La psicoterapia es ahora un apoyo para reflexionar acerca de lo que queremos y si vamos trazando un camino adecuado para lograrlo. Es una puerta para entrar en nuestro interior y “curar=cuidar=comprender=liberar” nuestras emociones.

Ahora ya no sólo se trata de no sufrir, de aliviar nuestro dolor, sino del compromiso ineludible con nosotros mismos de brindarnos una vida de mejor calidad emocional, mental y espiritual que nos permita desenvolver todas nuestras potencialidades al máximo. Se trata de aceptar la responsabilidad que cada uno tiene sobre el tipo de existencia que está llevando.

Ya no sólo se trata de ser felices, sino de desarrollar nuestra inteligencia emocional y espiritual.

La psicoterapia es una manera de ver la vida como un proceso de evolución de la persona, de su ser y de su poder. Y es un conjunto de herramientas, experiencias y diálogos para sacar lo mejor de nosotros mismos y utilizarlo para crear las situaciones que queremos vivir y experimentar.

Las relaciones entre las personas, el amor, la amistad y el intercambio íntimo de sueños, esperanzas, sensaciones, emociones y placer son obstaculizadas por nuestras heridas emocionales.

Si nuestros padres no tuvieron todos los elementos para poder y para querer ser buenas personas, se lo heredan a sus hijos al herirlos, al agredirlos, al no amarlos, al mostrarles que no se aman entre ellos, al atorarlos en cierto tipo de conflictos. Y ese “paquete” se hereda en la forma de “heridas emocionales”. Y a nuestros padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos… les pasó igual, recibieron su “paquete”. Así que no es culpa de nadie sino responsabilidad de cada uno hacerse cargo de lo que cada quien trae a cuestas.

La psicoterapia no es “la”, es “una” opción de crecimiento personal, es una manera de habérselas con este “paquete”. Pero la responsabilidad es de cada uno. Allí sí que no hay otra opción que hacernos cargo de nosotros mismos. Mientras no nos hagamos responsables de cuidar, comprender, liberar nuestras emociones y enfocar nuestra vida a mejorar como personas es probable que el sufrimiento continúe y la felicidad no sea una realidad.

Tú puedes curarte emocionalmente cuando decidas dejar de culpar a tus padres, hermanos, tíos, maestros, presidentes, pobreza, riqueza de lo que te sucede. Cuando tomes tu vida en tus manos y decidas que quieres vivir, sentir, pensar como tú quieres, entonces seguramente todas esas opciones de las que podías echar mano para sanarte podrán parecerte valiosas alternativas para comenzar a construir una vida plena en todos los sentidos.

Finalmente la decisión es tuya. Tú puedes salir de la depresión, de la ansiedad, de la adicción, de la violencia. Cuando tomes la decisión es probable que aparezcan los apoyos para lograrlo. Curar nuestras heridas emocionales es por lo pronto una elección nuestra. Tenemos que querer curarnos y entonces podremos lograrlo.

La opción psicoterapéutica que yo ofrezco implica trabajar con el cuerpo y no sólo con la mente, con las tensiones musculares que nos sirven para aguantar, para tragarnos las cosas, para reprimir nuestras emociones y para no sentir… dolor, el problema es que tampoco placer. En fin, la terapia psicocorporal, el análisis bioenergético brindan un camino privilegiado a nuestro interior a través de lo que el cuerpo habla, pues el lenguaje del cuerpo es el lenguaje del inconsciente. Los más grandes poderes de cambio los tenemos en nuestro inconsciente, solamente tenemos que aprender a escucharlo y a explorar los caminos que nos presenta. Eso es lo que se hace en una psicoterapia que ya avanza más allá de la posición de víctima de me hicieron, me hirieron, no me amaron…

* Mtra. Ruth Holtz, Terapeuta psicocorporal, Analista bioenergética, Psicoterapia psicoanalítica.
Tels. 33 0 72 54 / 044 312 593 4941 Correo electrónico: biopsico@yahoo.com.mx