PRELUDIO

El INE en vilo

Por: Fernando Alberto Gutiérrez Fernández

A casi un par de semanas de las elecciones intermedias, la atención y repudio ciudadanos se instalaron en el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello; El motivo: la filtración de una conversación telefónica privada, en la cual el máximo arbitro electoral realiza penoso escarnio de su reciente encuentro con el líder indígena Hipólito Arriaga Pote, utilizando, por cierto, una analogía desfasada geográfica y temporalmente.

El percance colocó automáticamente en el patíbulo mediático al funcionario del INE, cuyas palabras revelaban el sospechado desprecio con el que muchos servidores públicos se refieren a la ciudadanía. No obstante el injustificable y prejuicioso desarrollo de la conversación sostenida por Córdova y su interlocutor, no debe ser motivo para desatender el contenido ni el trasfondo de la charla filtrada, donde se evidencian eventos que ponen en serio peligro a nuestra vida democrática.

El espionaje telefónico –estratagema con el que se accedió a la llamada privada del consejero presidente- constituye un grave acto ilegal, cuyo usufructo comunmente redime el delito trasladándolo al olvido.

La llegada a los medios y la viralización de la ahora afamada conversación, obedece a la lógica de intereses políticos y en absoluto a la búsqueda de evidenciar la altivez del funcionario electoral. Tal maniobra debe alarmarnos de las luchas internas del INE y del alcance de sus protagonistas, quienes no escatiman en espiar y chantajear a los salvaguardas del ejercicio democrático en nuestro país.

Otro elemento que no puede pasar desapercibido es el tópico incitador de la mofa de Córdova, el cual remite a su encuentro con Hipólito Arriaga -autodenominado “gobernador indígena nacional”- quien en el mismo, demanda al consejero presidente la colocación de candidatos indígenas al margen de las reglas electorales, bajo la amenaza de boicotear el próximo proceso electoral en las entidades donde tienen presencia.

Tales intentos de coacción han sido profusos de cara a a las próximas elecciones. El líder chichimeca Mauricio Mata también ha formulado peticiones comparables a la de Arriaga, amenazando con encabezar una rebelión armada; los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa amagan con impedir las elecciones en el estado de Guerrero si no se presenta con vida a sus pupilos; la CETEG (Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación de Guerrero) amedrenta con el mismo desenlace, de no dar marcha atrás a la reforma educativa.

En resumen, resulta disparatado resaltar los improperios de Córdova, por encima del chantaje con que se busca doblegar a nuestras instituciones electorales. Al final el ignominioso episodio es la onomatopeya superlativa de no pocos mexicanos, quienes condenamos mojigatamente tal acto de discriminación, sin reparar que en nuestro lenguaje y quehacer cotidianos, también utilizamos múltiples connotaciones indígenas de manera despectiva.

Indudablemente el consejero presidente debe renunciar al cargo, en retribución al desprestigio del INE, y con miras al próximo proceso electoral; sin embargo, lo urgente es que tal coyuntura nos empuje a impedir el inminente asalto a nuestras instancias democráticas y su supeditación a intereses facciosos.

Ignacio Peralta: triunfo anunciado.

Resulta evidente que los resultados de las elecciones inmediatas a gobernador, otorgarán el triunfo a Ignacio Peralta Sánchez; desenlace conveniente no solo a sus simpatizantes, sino a los colimenses en su conjunto.

El candidato de la coalición PRI-PVEM-Panal no solo cuenta con la refaccionaria personal y profesional para administrar nuestro estado, adicionalmente es el candidato con mayor número de propuestas –lo que se puede constatar en las páginas y blogs oficiales de los contendientes- y ha sabido equilibrar los planteamientos políticos de fondo con la propaganda y el marketing político.

Secundando en las preferencias electorales a Ignacio Peralta, nos encontramos con su contraparte, Jorge Luis Preciado, un advenedizo de la política privado de cualidades y colmado de despropósitos, que se ha agazapado en una campaña del no-mensaje, una suerte de “blitzkrieg” mediática rebozante de esnobismos y clichés, que pretenden compensar la orfandad de estructura ideológica y política.

La campaña panista es una estrategia acotada al triunfo y ausente de perspectiva a largo plazo, como lo evidencia su tendencia a la coprolalia y al ridículo, obstáculos infranqueables para el posterior establecimiento de acuerdos políticos, adversidad que representaría un retroceso en el desarrollo de nuestro estado.

Los colimenses vamos perfilando nuestra preferencia, y como lo han demostrado múltiples encuestas, la decisión que habrá de llevarse a las urnas se inclina contundentemente por el proyecto de Ignacio Peralta.

 

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