NEOLIBERALISMO, EL MONSTRUO. (El reto, crecer con equidad: CGP)

TAREA PUBLICA

Por: Carlos OROZCO GALEANA

Vuelto al terruño recién, el delegado de Gobernación en la entidad, Carlos González Palomino, hizo suya la lógica de poder del régimen federal de procurar principalmente el bienestar colectivo aunque no haya desarrollo económico.

Su jefe Amlo, primer enemigo en el país del neoliberalismo, ha dicho últimamente que lo más importante es redistribuir con equidad aunque el crecimiento del país tenga una disminución drástica, a pesar de que como opositor mantuvo un discurso distinto.

CGP refirió en entrevista con el director de El Noticiero que el sistema económico ha sido permeado por la corrupción y citó el caso de la estafa maestra como un ejemplo de la descomposición del régimen peñista así como la que existe en el ámbito de la justicia, que ciertamente se vende al mejor postor pues cuando atrapan a algún defraudador u homicida más tarda en entrar que en salir con un previo “disculpe usted, no hubo debido proceso”.

Las críticas al fracaso del neoliberalismo por parte de Amlo y demás opositores se han centrado en señalar los millones de pobres que ha generado y el enriquecimiento de una casta empresarial que no tiene llenadera. En efecto, a los ricos de México no solo se les condonan impuestos sino que se les dan todo tipo de facilidades para incursionar en una relación con el Estado que les ha resultado muy provechosa. Ni con la pandemia cierran sus negocios. Sólo véanse las ganancias acumuladas por los bancos los últimos años a razón de entre 140 y 150 mil millones de pesos anuales. Nadie puede con ellos. A esos banqueros, sin embargo, los respeta muchísimo López Obrador. Sabe que una escalada en su contra podría repercutir en fuga de capitales si advierten un peligro mayor de intervención en su productivo negocio.

El papa Francisco, crítico del modelo neoliberal de América Latina ha venido advirtiendo, paralelamente, que le preocupa la desproporción económica en el mundo, que un pequeño grupo de la humanidad tenga el 80% de la fortuna, con lo que esto significa en la economía líquida, donde al centro del sistema económico está el dios dinero y no el hombre y la mujer».

Yo recuerdo, de mis clases universitarias sobre Historia de las doctrinas económicas, a un personaje central ligado al liberalismo económico: Adam Smith, reconocido como el papá de esta doctrina.

En su obra más conocida, La riqueza de las naciones, Adam Smith sienta las bases de la ciencia económica moderna. Ofrece la descripción de «un sistema simple de libertad natural». En la terminología de nuestro tiempo, podríamos decir que el capitalismo es lo que ocurre cuando se deja a la gente tranquila. Smith demostró que cuando los hombres producen y comercian movidos por su propio interés, una «mano invisible» les lleva a beneficiar también al interés ajeno. Para conseguir un empleo, o para vender algo a cambio de dinero, cada individuo debería pensar sobre lo que los demás desearían obtener. Por estas razones, el mercado libre permite que sean más los que puedan satisfacer un mayor número de necesidades y por lo tanto los que puedan disfrutar de un nivel de vida más alto que los que se rigen por cualquier otro sistema. En otras palabras, sin el interés propio, no podría satisfacerse el ajeno.

Pero es el caso que esa mano invisible ( la mano negra del mercado) se olvida de lo que hay en el entorno y entonces todo favorece a quienes son dueños del dinero, de los bienes superiores, y es cuando ha de intervenir el Estado para hacer la justicia y la equidad.

La verdad es que los gobiernos de México se olvidaron de los pobres, los multiplicaron, los arrinconaron, los despojaron de sus tierras. Favorecieron a las élites económicas e hicieron ricos a muchos como Carlos Slim, Alberto Bailleres, Ricardo Salinas y a otros tantos dueños de bancos y empresarios. Se les pasó la mano.

México es pues un país cada vez más desigual. La riqueza está concentrada en pocas manos, lo cual ha tocado el corazón de un presidente que es combatido actualmente porque la economía no genera riqueza y porque una parte del presupuesto se entrega a jóvenes, adultos mayores y discapacitados. Ciertamente, si Amlo no los voltea a ver, entonces quien, pues ?

El tema principal es que nuestra economía debe mejorar, salir del estancamiento de los últimos meses; el gobierno tiene que motivar inversiones y garantizar que los inversionistas ganen lo justo. Impedir, como lo ha venido haciendo Amlo, las relaciones corruptas de agentes gubernamentales con empresarios sin escrúpulos y centaveros. Separar, como lo viene intentando, lo económico de lo político, aunque insistiendo en que las relaciones entre estos ámbitos sea transparente y encaminada al beneficio público.

En resumen, bien por la 4T que está enviando a algunos estados a funcionarios comprometidos y eficaces como Carlos González Palomino, que ha de contribuir a trazar una ruta de prestigio y de cumplimiento de los compromisos institucionales en nuestra entidad.