Ciudad de México.- La valla de acero que el gobierno de México colocó en torno a Palacio Nacional desde el 6 de marzo previo al día internacional de la mujer, terminó por convertirse en un memorial gigante del feminicidio y la violencia contra las mujeres en México.

Las reacciones de las mujeres – integrantes de colectivos o no-, no se hicieron esperar y surgieron manifestaciones de intelectuales, feministas, políticos y de la sociedad en su conjunto en torno a esta medida que los integrantes del gobierno federal, denominaron muro de paz.

Para las mujeres no fue un muro de paz sino de desdén y el reflejo del miedo a las expresiones de la mujer, todo esto en medio de las protestas por la nominación y validación de la candidatura al gobierno del estado de Guerrero a favor de Félix Salgado Macedonio.

Según el presidente Andrés Manuel López Obrador, el muro, de unos 3 metros de altura, fue instalado para evitar provocaciones, infiltraciones y ataques al Palacio Nacional, que sirve de despacho y casa presidencial de México.

Así, el muro de acero se llenó de flores, recuerdos, nombres y más nombre de mujeres desaparecidas o asesinadas en el país.

Por otro lado, lejos de disminuir, los delitos contra mujeres y niñas se han incrementado en México.

De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Desde 2015 a noviembre de 2020 se han duplicado los feminicidios y asesinatos,

En 2015 se registraron 411 delitos tipificados como feminicidios. En 2016 aumentaron a 605, en 2017 fueron 742, en 2018 contabilizaron 893, en 2019 se incrementó de forma alarmante a 940, mientras que hasta noviembre de 2020 oficialmente fueron 860.

Las cifras anteriores únicamente corresponden a los delitos que legalmente se tipificaron como feminicidios, sin embargo la muertes violentas de mujeres por diversas causas es mucho mayor.

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