Muere Benedetti

 

Montevideo.- EL mundo de la literatura hispanoamericana está de luto tras la muerte del escritor uruguayo Mario Benedetti.

El escritor uruguayo Mario Benedetti falleció este domingo en su vivienda de Montevideo, tras una larga enfermedad, según informó el secretario personal del literato en declaraciones a la radio uruguaya ‘Espectador’.

El novelista y escritor murió a los 88 años de edad en su hogar de Montevideo, tras ser dado de alta el pasado 6 de mayo del Sanatorio Impasa, donde fue ingresado debido a una enfermedad intestinal crónica.

El secretario de Benedetti aseguró que la salud del escritor era «normal» hasta el momento, aunque reconoció que sí mantenía ciertas precauciones relacionadas con su enfermedad.

El año pasado, Benedetti ingresó tres veces en esa clínica privada, la primera de ellas, entre enero y febrero, tras sufrir una enterocolitis que le causó deshidratación. La segunda fue por problemas respiratorios y la última por una descompensación.

Poeta, narrador, dramaturgo y ensayista, Benedetti nació en Paso de los Toros (Uruguay), en 1920, y poseía una extensa obra con títulos como ‘El amor, las mujeres y la vida’, ‘La tregua’ o ‘Andamios’.El último trabajo del uruguayo fue ‘Testigo de uno mismo’, una obra escrita en verso y publicada el pasado mes de septiembre.

Además, trabajaba en un nuevo libro, también de poesía, que había titulado ‘Biografía para encontrarme’.

Su trabajo mereció el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1999 y, dos años después y tras superar una dolencia cardiaca, también recibió el premio iberoamericano José Martí y, en 2005, el Premio Internacional Menéndez Pelayo.

Significado con la izquierda latinoamericana, Benedetti fue investido como Doctor Honoris Causa por universidades españoles como la de Alicante o la de Valladolid. 

MARIO BENEDETTI

Hasta Mañana

Voy a cerrar los ojos en voz baja

voy a meterme a tientas en el sueño.

En este instante el odio no trabaja

para la muerte, que es su pobre dueñol

a voluntad suspende su latido

y yo me siento lejos, tan pequeñoque a Dios invoco,

pero no le pido nada, con tal de compartir apenas

este universo que hemos conseguido

por malas y a veces por las buenas.

¿Por qué el mundo soñado no es el mismoque

este mundo de muerte a manos llenas?

Mi pesadilla es siempre el optimismo:

me duermo débil, sueño que soy fuerte,pero el futuro aguarda.

Es un abismo. No me digan cuando me despierte.

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