El maíz tiene un lugar importante en la alimentación, sociedad, cultura y economía de México; con más de 27 millones de toneladas el país se coloca como el octavo productor mundial.

En el medio rural, el maíz tiene una gran relevancia por su diversidad en formas y usos, así como importancia histórica y cultural; ha resultado ser, por sus especiales rutas metabólicas, una verdadera fábrica de productos industriales, por lo que, sobre todo, en países considerados desarrollados adquiere otro sentido, más utilitario.

En México, se ha calificado a los mexicanos como “gente de maíz”.

Los maíces nativos son aquellos que se han conservado por la práctica de selección de semillas que realizan los agricultores año con año, se diferencian de los que se han generado por métodos de mejoramiento, como las variedades de polinización libre, líneas puras e híbridos, tienen un gran potencial para brindar información útil que contribuye a enfrentar el cambio climático.

Las 60 razas de maíces de México son el resultado de la cuidadosa selección de diversos grupos indígenas por alrededor de diez mil años

El término raza se ha utilizado en el maíz para agrupar individuos o poblaciones que comparten características en común de orden morfológico, ecológico, genético e historia de cultivo.

Éstas se nombran a partir de sus características fenotípicas, tipo de grano, lugar o región donde inicialmente fueron colectadas o son relevantes y por el nombre con que son conocidas por los grupos indígenas o mestizos que las cultivan.

Se estiman seis millones de poblaciones nativas de maíz

El Gobierno de México, promueve la conservación y el uso de la biodiversidad de las variedades nativas de maíz en favor de la seguridad alimentaria de las comunidades rurales del país.

Es a través de impulsar el trabajo conjunto entre sus Secretarias como Agricultura y Medio Ambiente, así como sus brazos operantes el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la Universidad Autónoma de Chapingo, el Colegio de Postgraduados, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) y alianzas conjuntas con Universidades, Colegios y Centros de investigación como el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT); que se ha podido realizar la actualización de la información de maíces y sus parientes silvestres en México para la determinación de centros de origen y diversidad genética del maíz.

Los maíces nativos son parte del patrimonio biocultural que México, además son el sustento de miles de familias en las comunidades rurales, pues sus usos para la alimentación son muy específicos, en la cocina tradicional mexicana los platillos que de ella se desprenden contemplan los maíces nativos y cada uno es insustituible.

Además, en las pequeñas unidades de producción, resalta la posibilidad de hacer un mejor manejo del riesgo agrícola, lo que proporciona mayores garantías en la producción de alimentos en cantidad suficiente para el medio rural y para México. BP