Madres buscadoras: la indiferencia de los gobernantes

EL ARCÓN DE HIPATIA
Por: Saraí AGUILAR ARRIOZOLA

Mientras algunas celebran el ser madres, otras dan su vida buscando a los hijos que les arrebataron.

La frase no es un arranque dramático, sino la trágica realidad que se vive en nuestro país.

Porque el horror no parece tener fin. El país en el que a lo largo del territorio miles de madres cavan buscando algún resto, sus gobernantes han llegado a la indiferencia total, permitiendo por omisión que las madres buscadoras sean asesinadas… ¡por sólo buscar a sus hijos!

Tal es el caso de Teresa Magueyal, quien trataba de encontrar a José Luis Apaseo Magueyal, el hijo que salió de su casa en abril de 2020 y del que no se sabe nada desde entonces.

Vivían en San Miguel Octopan, a las afueras de Celaya, Guanajuato. Ahí, Teresa fue asesinada el 2 de mayo.

Según los reportes, hombres armados a bordo de una motocicleta se aproximaron a la mujer y le dispararon mientras ella iba en bicicleta. Era mediodía.

Desgraciadamente esto no es extraño. De acuerdo con la BBC, tan sólo en Guanajuato van seis madres buscadoras asesinadas en los últimos meses.

Esto desgraciadamente es posible pues, ante la inacción de las autoridades, estas madres buscadoras se internan en zonas peligrosas donde creen o han sido notificadas que pueden hallar indicios de sus desaparecidos.

En una entrevista con la BBC, la portavoz del colectivo Una Promesa por Cumplir ha mencionado algo que es un elemento común en todos los grupos de búsqueda: “hemos acudido a lugares a los que ha llegado gente armada, nos han corrido de ahí porque no quieren que se busque. En algunos lugares nos percatamos que hay gente observándonos a lo lejos y corremos riesgos“.

En México, se vive con la zozobra de un día cualquiera desaparecer, sin dejar rastro, dejando en la angustia a tus familiares y en el marasmo de la inacción policiaca. De acuerdo con el informe que la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) entregó al Comité de Naciones Unidas contra la Desaparición Forzada (CED), durante su visita a México en noviembre del año pasado, de 1964 al 12 de noviembre de 2021 se tienen reportadas como desaparecidas 23 mil 302 niñas, mujeres adolescentes y mujeres. De esa cifra 18 mil 113 son de 2007 a noviembre de 2021.

El único crimen de Teresa Magueyal fue querer tener la certeza de qué ocurrió con su hijo. Esa búsqueda concluyó con su asesinato. Una persona desaparecida más sin un cierre digno.

¿Y el presidente? El hecho le valió una oportunidad para grillar al gobierno estatal de Guanajuato. ¿Y la madre? “Es muy triste que a una madre que está buscando a su hijo se le asesine, duele muchísimo”, dijo el presidente.

No presidente, no es triste. Es una tragedia humanitaria sin precedente. Este 10 de mayo el mejor regalo que podrían tener estas madres serían no conferencias matutinas, sino acciones concretas.