Lavarse con jabón reduciría a la mitad las muertes relacionadas con el agua

Lavarse las manos con jabón antes de comer o manipular alimentos y después de defecar podría reducir a la mitad las enfermedades relacionadas con el agua, que suponen la segunda causa de mortalidad infantil en el mundo, y un 25 por ciento las enfermedades respiratorias, primer motivo de muerte en los niños.

Lo constata la ONG Acción contra el Hambre en un comunicado, con motivo de la celebración el próximo 22 de marzo de la conmemoración del Día Mundial del Agua, en el que subraya que extender el uso del jabón, sobre todo en situación de emergencia humanitaria, salvaría la vida de dos millones de personas, la mayoría niños.

El responsable de Agua y Saneamiento de la ONG, Pablo Alcalde, afirma que existe la creencia de que el agua es suficiente para eliminar la suciedad «y no se establece el vínculo entre la falta de jabón y enfermedad», al contrario de lo que ocurre entre una dolencia y el consumo de agua o alimentos en mal estado.

Insiste en que la experiencia sobre el terreno muestra que la promoción del lavado de manos con jabón y la distribución de éste en emergencias es «mucho más eficaz» para combatir la morbilidad que otras intervenciones de salud preventiva y que cualquier acción en materia de agua, saneamiento e higiene.

Así, Acción contra el Hambre ha lanzado una acción en las redes sociales para apoyar el jabón, «el gran héroe anónimo».

La ONG asegura que entre las posibilidades para proteger la salud, el lavado de manos con jabón no solo es la que tiene mayor impacto, sino también la más rentable.

En este sentido, indica que una inversión de 3,35 dólares (2,58 euros) en la promoción de lavado de menos reporta los mismos beneficios a la salud que una inversión de 11 dólares (8,49 euros) en construcción de letrinas o una inversión de 200 dólares (154 euros) en abastecimiento de agua para las viviendas.

Aunque hoy el jabón está disponible y es asequible en gran parte del mundo, «todavía no es una prioridad en la canasta básica de muchas familias», subraya la ONG en la nota.

Los niños son un grupo «especialmente importante» no solo porque este tipo de hábitos deben adquirirse desde la infancia, sino porque además «suelen ser un agente contaminante al ser más inquietos y estar en contacto con numerosos cuerpos que pueden estar contaminados», explica Alcalde.

Además, cuentan con sistemas inmunológicos más débiles y son los más propensos a sufrir diarreas u otras enfermedades relacionadas, por lo que la promoción en las escuelas de los buenos hábitos de higiene debe ser una prioridad.

La falta de jabón es, además, uno de las causas que puede desembocar en desnutrición, ya que las diarreas son uno de los principales factores desencadenantes de ésta. {jathumbnail off}

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