Las reformas curriculares de la educación básica

Praxis Educativa

Por: Marcos BARAJAS YESCAS

A través de la bibliografía consultada y los sucesos experimentados de manera particular en el nivel preescolar, primaria y educación secundaria, escribo algunas reflexiones sobre la reformas de la educación básica del sistema educativo mexicano.

En primer momento, hago referencia respecto al Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB), siendo el documento rector que sentó las bases para posteriormente aludirlo y citarlo según los objetivos de aquellos que detentaban el poder. Esta reforma de gran calado tuvo repercusiones en el ámbito administrativo donde se delegó responsabilidad y algo de “autonomía”, la denominaron: descentralización de la educación.

Recogió los lineamientos de la globalización y modernización para formar a los estudiantes bajo la didáctica de las competencias. Es de resaltar que la justicia social se hizo presente al darle obligatoriedad de la educación básica; esta visión se respaldó con reformas al marco legal:

“El artículo 3o constitucional y la promulgación de la Ley General de Educación en 1993, la educación básica estaría constituida por 10 grados, de los cuales, nueve eran obligatorios, correspondientes a la educación primaria y secundaria, y se establecía que la educación básica debería desarrollar nuevas competencias, acti- tudes y valores, así como hacer un esfuerzo para darle mayor unidad y articulación a los tres niveles para realmente consolidar el ciclo básico” (Arnaut y Giorgulil, 2010, p. 41)

En el rubro pedagógico, esta refoma también rediseñó la organización curricular cambiando de áreas de conocimiento por asignaturas, dándole un enfoque prioritario al español y matemáticas. También se retomó como contenido temático abordar en aula: la equidad de género, la cultura de la prevención de la salud, la educación ambiental y el desarrollo sostenible, la educación sexual y el desarrollo humano; en el entorno histórico de los noventas, la propuesta pedagógica se tornaba de avanzada.

El cambio de timón en la vida política del país con los gobiernos de Acción Nacional tuvieron hechos importantes en las directrices en gestión educativa de México; comenzando por el Presidente Fox Quezada que propuso el Compromiso Social por la Calidad de la Educación. Cabe destacar que además del SNTE-SEP-gobiernos estatales, también se sumaron: la sociedad civil, empresarios, intelectuales y académicos a este nuevo acuerdo.

En este sexenio se concibe el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, los exámenes de ingreso a la carrera docente y para acceder a los cargos directivos de educación básica. Se reconoce el nivel de educación preescolar, (3 años) como obligatorio. Otros importantes esfuerzos de política educativa son: Programa Nacional de Lectura, Enciclomedia, Pronap, Programa Escuelas de Calidad y la Evaluación, a través de INEE con la prueba ENLACE.

Por otro lado, con el Presidente Felipe Calderón, se caracterizó por un acuerdo político entre el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y el Gobierno de la República que trajo como resultado la Alianza por la Calidad de la Educación supeditando la educación básica a los designios cupulares.

En materia curricular se intensificó los planes y programas con el método de competencias, “la definición de bloques temáticos y aprendizajes esperados. Se subraya también en la estrategia la necesidad de apoyar la reforma con los libros de texto y materiales educativos, la formación continua de docentes y la incorporación de las tecnologías de la información y comunicación en los procesos educativo” (Arnaut y Giorgulil, 2010)

Cada una de las reformas desarrolladas responden al momento cuyuntural político, así mismo, posicionar su proyecto gubernamental mediante el sistema educativo; también de acatar los indicadores internacionales propuestos por el neoliberalismo y sus organismos. El auge de sistema económico capitalista inició desde los 80s y se consolida en México con el presidente Carlos Salinas de Gortari, con el mote de neoliberalismo; prosperidad y modernidad el sueño de aquel entonces. Para esto se requirió una educación del “saber hacer”, es decir, enseñanza bajo competencias. El sistema económico siguió teniendo soporte en la alternancia y con énfasis se instaló conceptos del sistema empresarial: calidad y evaluación. No se podría soslayar el ingrediente de la tecnología.

La retórica de quitarle el poder y la asignación de las plazas al SNTE, bandera política que utilizó Acción Nacional con Calderón Hinojosa fue contradictoria, un entreguismo convenido con la líder Mtra. Elba Esther Gordillo, ante la falta de legitimación electoral, requirió aliados; así fue como la Subsecretaria de Educación cayó en manos del yerno de la dirigente del SNTE, el depositario fue Fernando González Sánchez.

Desde mi perspectiva fue benéfico comenzar con los examenes de oposición, permitió que muchos compañeros normalistas que no tenían “palancas” pudieran hacerse de una plaza. Buenos puntajes posibilitaron acceder por un trabajo de base, complicaron el existir del sindicato, sin embargo, se documentaron casos en la prensa donde en ocasiones no se respetaban las listas de prelación.

Hubo un aumento de docentes en la incursión de posgrados con el objetivo de demostrar y alcanzar los números para carrera magisterial, los famosos puntos; los diplomados, especialidades, maestrías y doctorados, estaban cotizados y solicitados para subir en el escalafón. En algunos casos no garantizaba mejorar la didáctica del profesorado, en otros, se generó una iniciativa más conductista que por convicción, para retomar la preparación del maestro.

Con las tecnologías de la información y la comunicación (TICs), la implementación de Enciclomedia, también obligó al profesorado actualizarse en el uso de la computadora y sus programas básicos; adecuar las planeaciones con una modalidad “moderna”.

Cada uno de estos ejemplos tiene sus luces y sombras, en especial Enciclomedia por la corrupción y la fallida instalación en muchas escuelas.

     El recién extinto INEE fue un órgano autónomo que sistematizaba información sensible sobre el sistema educativo; pudo ser de gran utilidad para garantizar insumos fidedignos y tener un punto de partida para hacer cambios en diversos campos de la educación. Su estructura y composición pudieron dar independencia con el gobierno. No lo dejaron evolucionar. Aquí es donde se debe tener la madurez de analizar y tomar decisiones acordes a los retos actuales; se debe rescatar aquello que es útil para desarrollar postivamente alguna política educativa, evitar el borrar todo porque pertenece a la administración anterior.

Un país como México con gran diversidad cultural, con temas pendientes que atender, como es la inseguridad, discriminación, tecnología, drogadicción, falta de educación sexual, la apatía de los padres de familia, el cuidado del medio ambiente, etc.; requiere revisarse con detenimiento y replantearse, ¿qué tipo de sociedad deseamos?

Se habla de valores, de humanismo, de educación emocional, pero nada traducido a una acción de gobierno. Las normales aún no forman un juicio crítico, no se emplea la problematización como fuente de aprendizaje, para luego los futuros docentes apliquen con sus pupilos. Las escuelas siguen siendo reproductoras de las peores prácticas de la humanidad, en vez, de ser el lugar que aspiramos a cambiar.

La corrupción, en todas sus modalidades, afecta a todas las profesiones, un médico mal preparado conlleva una negligencia afectando la vida de personas, un ingeniero civil provoca socavones causando la muerte, un político prisionero del poder y dinero sin importarle crear leyes en favor de los intereses personales de un grupo en el poder.

Los diseñadores curriculares de renombre hacen las críticas al sistema más para pavonearse en su intelecto que realmente desde su espació impulsar un consenso con ideas que permitan una educación para una vida de calidad.

Cada día me convenzo que las ideologías mueren ante los hechos; neoliberales y socialistas no han podido generar la máxima: otro mundo mejor es posible o el bien común. ¿Qué sigue?, solo la genuina educación nos libera de los dogmas; articular la enseñanza y aprendizaje para detonar un estado de bienestar parece utópico, pero existen esfuerzos encaminados a revertir la pobreza, potenciar un ciudadano con un desarrollo optimo de su cerebro, que respeta a su entorno y que busca la sostenibiliad del planeta; me refiero al sistema educativo de los CENDI del Frente Popular Tierra y Libertad de Nuevo León, y que tienen réplica del modelo en estados de Durango, Nayarit, Colima, Michoacán, Baja California Sur, Chiapas, etc. La primera infancia es la esperanza. Un buen comienzo garantiza el desarrollar las otras etapas escolares.

La educación se debe rediseñar por sociólogos, economistas, pedagogos, profesores, niñas y niños, adolescentes, jóvenes, padres de familias, universidades, políticos, todos los sectores debemos pensar, proponer y actuar con base a la realidad de los problemas que nos lastiman.

Referencias:

  • Arnaut, A y Giorguli, S, (2010) “Los Grandes Problemas de México. Educación. El Colegio de México. México.