Cuatro días después de que un hombre armado abriera fuego contra la gente reunida en un acto político afuera de un supermercado en Tucson, Barack Obama convocó a sus gobernados a la reconciliación, en un discurso que nuevamente conmovió a los estadounidenses y atrajo la atención del mundo.
Como en el caso de su toma de protesta, el mensaje de Obama ha recibido elogios por el llamado a la reconciliación.
Para Douglas Brinkley, historiador presidencial: «el presidente Obama hizo un trabajo maravilloso. Creo que en realidad logró unir a la gente. Es decir, cuando, en medio del discurso dijo: ‘Gaby (Giffords) abrió los ojos, Gaby abrió los ojos’, sentí que oía a Martin Luther King y así logró llevar gran parte del discurso. El presidente se supo abrir camino. Al final, casi pude sentir la gente abrazándose de la emoción».
El presidente trató de consolar a Estados Unidos al hablar en el funeral por las víctimas del tiroteo, rindió homenaje a quienes perdieron la vida y pidió a los estadounidenses que se comuniquen entre sí de una manera «que sea sana y que no hiera».
Para el estratega demócrata Cornell Belcher, ésta fue la mejor noche de Obama, quien «estuvo movido por la inspiración y la pasión. Muchas personas dicen que no habían visto a ese Barack Obama en los últimos dos años. Yo no lo había visto desde la campaña electoral».
El discurso se enfocó en pedir la unidad y solicitar que no se politice la tragedia en la que resultaron muertas seis personas, entre ellos un juez federal y una niña de nueve años, así como la congresista demócrata Gabrielle Giffords, quien permanece en estado crítico tras recibir un disparo en la cabeza.
«En un momento en que nuestro discurso se ha vuelto tan fuertemente polarizado, en un momento en que estamos demasiado dispuestos a echar la culpa de todo lo que aflige al mundo a los pies de los que piensan diferente a nosotros, es importante para nosotros hacer una pausa y asegurarse de que estamos hablando entre sí de una manera que sana», dijo Obama.
David Gergen, analista político senior de CNN, coincidió en que los estadounidenses «debemos hablarnos el uno al otro con mensajes sanos. Ahora la pregunta es: ¿lo haremos?, ¿nuestros dirigentes se convertirán en modelos? Paul Begala, estratega demócrata piensa que sí, «nos recordó que tenemos que ser dignos».
Siguen las investigaciones
Los jueces federales de Arizona se inhibieron de la causa contra el acusado del tiroteo de Tucson, Jared Lee Loughner, por considerar que no podrían ser imparciales en el caso debido a la muerte de su compañero, el juez John Roll, informaron en un comunicado.
«Con el fin de evitar la apariencia de impropiedad y porque un juez tiene la obligación de inhibirse cuando su imparcialidad pueda ser razonablemente cuestionada (…), este tribunal debe inhibirse» de la causa contra Loughner, dice una breve orden registrada por el juez Raner Collins en nombre de los otros jueces federales de Tucson y magistrados.
Sobre el caso, también se dio a conocer que Loughner fue detenido por policías horas antes del tiroteo por no respetar la luz roja del semáforo.
La policía informó de que el agente que lo detuvo, Chris Nanos, le quitó la licencia de conducir y el registro de su auto, pero como no había multas previas, lo dejó continuar su camino sin revisar su auto.
El joven volvió a su casa después de eso. Mientras sacaba una bolsa negra de un auto, su padre le cuestionó sobre el contenido de la misma. Loughner no respondió y salió corriendo, nadie lo volvió a ver hasta el tiroteo, según información del sheriff del condado, Clarence Dupnik.
Con información de CNN.
