Por Jorge Arturo Orozco Sanmiguel
Consecuente a los hechos delictivos, criminales y evidentes actos de corrupción en varias instituciones gubernamentales, por fin se rindió el tercer informe de la mandataria estatal. En política, es un evento muy esperado, y más para los partidos políticos opositores. No es por el momento del debate y soluciones a las problemáticas del estado; es para gritarse verdades y casi a golpes, como niñas y niños en el recreo escolar de una primaria, o a la salida de cualquier estudiantado de nivel secundaria. No dejo de pensar en cierto candidato presidencial del 2018, Ricardo Anaya, (hoy senador de la república por el PAN) que su spot fue golpear una pera de box, dando un contexto de que va a “luchar” como representante popular.
Lastimosamente, muchas políticas y políticos consideran que la sociedad busca representantes que atribuyan estas acciones en el congreso, “peleando” por los derechos y necesidades de todas y todos. Es ahí la importancia de la carga semántica y semiótica del verbo. Pelear no se adjudica a la definición de contender o reñir. Dentro de la situación actual, conforme a lo mencionado en votantes del proceso electoral del 2024, principalmente del estado de Colima, su motivo del sufragio fue que buscaban representantes que sí los escucharan, dieran soluciones, beneficios, y, sobre todo, no eliminar los que ya se tienen, como son los programas sociales.
Esa fue la derrota del PRI, PAN y PRD, (que en paz descanse) Hoy, a unos cuantos meses de la máxima derrota electoral en la historia de los partidos ahora opositores, siguen en la misma narrativa. Su esperanza léxica es que “representan bien a una minoría” que efectivamente lo son, puesto que los cargos plurinominales para ello se crearon. Si su visión es permanecer en estos puestos y sobrevivir con el registro, van muy bien, pero si su intención es retomar el poder, van muy mal.
Una carga léxica que tuvo Andrés Manuel López Obrador para conseguir el poder del ejecutivo federal, fue evidenciar problemas y dar soluciones. Esto es una gran máxima en el márketing: mostrar el producto y beneficios. Recordemos los spots televisivos del 2015 al 2018, donde mostraba la corrupción del PRI y el PAN, pero siempre argumentando “en mi gobierno, haremos tal cosa” Como lo escribo: siempre dio soluciones. Esa es la narrativa que debe atender la oposición.
Este lunes, 25 de noviembre, tras el tercer informe de gobierno, tuvieron su momento de gloria, y lo único que hicieron fue gritar y quejarse; nunca dieron alguna solución. Jamás le hablaron al pueblo de Colima. Siempre argumentos negativos. En un análisis, la carga de su mensaje fue que no hay esperanza, pues no hay soluciones.
Vergonzoso es que un diputado naranja suba a tribuna a “gritarle al poder” pero sin datos; su justificación está basada en algo que posiblemente vio en alguna publicación de Facebook o un mensaje reenviado muchas veces por WhatsApp. El coordinador de la bancada del PRI sube a limpiarse las manos de que ya dejen de echarle la culpa al PRI, y escuchen al PRI sobre cómo arreglar los problemas que el PRI heredó, pues el PRI sabe gobernar.
Sí, nuevamente fueron el hazmerreír en política. ¿Dónde está lo interesante? En las respuestas. Nuestra mandataria, arropada de “servidores de la gobernación” (lo escribo así porque ya no parecen de la nación) salió a desmentir con la narrativa que se arrastra desde el 2018: “Sí, pero ustedes robaron más” Es un hecho personal, si existe algún reclamo, se debe tener mesura y ser propositivo. En el caso de la situación de salud, si bien es cierto que los datos del diputado naranja no eran correctos, tampoco son favorables para la gobernación. En un discurso ético y acertado, la respuesta más factible debió ser “reconocemos que no hemos solucionado el problema en su totalidad, pero recuperamos números favorables” Así, sin riñas, tirones o humillaciones.
El Coordinador del Partido Revolucionario Institucional, un fuerte partido de hechos machistas, mostró molestias de la situación de feminicidios y violencia hacia la mujer. La respuesta fue efectivamente la que usted y yo nos imaginamos: “no me vengas a hablar de ello, porque ustedes siempre fueron machistas y opresores” y hasta le recordó un suceso muy agresivo entre el diputado y la mandataria. Y si bien es cierto, no deja de lado que sus datos son reales. Groso modo, la respuesta de la mandataria no dio soluciones ni decremento ante los números de actos violentos. Nuevamente un par de legisladores diciéndose las cosas al tú por tú, y grilleros de fondo echando porras.
Esa es la política de Colima del 2021 para adelante. Nos muestran números que no son exactos. Nos dan palabras y no hechos. Nos tapan los ojos con vendas tintas publicitarias para evitar ver la cantidad de homicidios y actos criminales que suceden cada día.
Hoy, a tres años de gobierno esperanzador, sucesor del denominado “el peor gobierno que ha tenido el estado” con el mandatario Ignacio Peralta, imaginando que no podría pasar algo peor, llegó lo inesperado a Colima: crímenes a cualquier hora, cobro de piso a negocios locales, aumento de los secuestros y lo peor: descubrimos que tenemos un cártel meramente del estado. Sí tenía razón el anterior gobernador: al parecer, sí vivíamos más felices y seguros.
A estas fechas, ya es necesario modificar la narrativa, puesto que viene la elección más importante en el estado, ya que se definirá el siguiente sucesor o sucesora al mandato gubernamental, a lo cual, no debería confiarse la coalición MORENA, PT y PVEM, ya que, como lo traza la historia, en el 2021 se ganó la gubernatura, pero varios puestos federales y locales los recuperó el PRI y el PAN. No se confíen en los resultados que se tuvieron en el 2024, pues, como lo escribo, la historia fue la misma. En el 2018 se ganaron muchos puestos, pero en el 2021 se perdieron, y este 2027 es amenazante en el tema electoral.
Desde una perspectiva personal, considero que “el truco” está ahí. Modifiquen su narrativa, den soluciones y dejen de grillarse. Sean propositivos y resolutivos; eviten ser problemáticos y conflictivos. Pero a como van las cosas, al parecer así será la campaña este 2027: mucho hablar, pero nunca dirán ni harán algo.