Feria del libro de Comala

En palabras Llanes
Por: Alberto LLANES 

Desde hace tiempo imaginé una Feria del Libro en Colima, similar a la Feria Internacional del Libro en Guadalajara; y la pensé en Colima, porque hay miles de personas que, simplemente, no pueden hacer el viaje a Guadalajara «sea por el motivo que sea: económico el más común».

Hace muchos años y, cuando Colima no estaba metida en tantos asuntos de inseguridad como tristemente lo está ahora; organizaba, con estudiantes y amigos viajes a la Feria Internacional del Libro. Cada año llenaba un camión e íbamos, hoy es impensable hacer un viaje de esos… qué tal y nos pasa algo en el camino y yo que cuentas entrego al final, en fin.

En aquellos ayeres le propuse a muchas personas «de la entonces Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado», hacer una Feria del Libro en Colima; algunos hicieron caso, otros no, se hicieron esfuerzos, pero nada más, todo quedó en nada o casi nada. Recuerdo con mucho orgullo el Festival Internacional de la Palabra, un proyecto por demás estupendo parecido a una Feria Internacional del Libro, pero fueron otros tiempos, sin duda.

Sin embargo, en 2023 llegó un proyecto llamado Feria del Libro Comala 2023, por fin                —pensé—, por fin una Feria de Libro en nuestra entidad. Siendo la primera feria debo decir que estuvo un tanto atropellada, pero, repito, fue la primera y se tienen que hacer muchos ajustes, demasiados diría yo, sobre todo en términos de logística y difusión.

Tuve alguna participación en esta feria que, todavía, está a años luz de ser… de llegarle a la FIL, porque obviamente nunca se le asemejará por obvias razones, tampoco es la intención imitar a la Feria del Libro de Guadalajara, pero sí tener una feria del libro digna, repito, este es apenas el comienzo y espero que, la ahora Subsecretaría de Cultura del Estado de Colima «tristemente le han quitado el rango de Secretaría de Cultura» haya tomado nota de todo lo que salió mal y de lo que salió bien, para que la siguiente feria sea mucho mejor…

A invitación de mi querido amigo Miguel Olmedo, estuve presente en la charla: «Del fanzine al E-book» impartida por Libia Brenda a quien no tenía el gusto de conocer y mucho menos en persona. El auditorio Juan Rulfo estuvo repleto de estudiantes «espero que no hayan sido acarreados». Mi participación sería presentarla y moderar el evento. Me preocupé bastante cuando Libia Brenda preguntó a la concurrencia si escribían un diario y pocas manos estuvieron levantadas, casi ninguna.

La charla rondó de lo arcaico a lo moderno en cuanto a la hechura de un producto impreso llamado hoja volante, fanzine, revista, gaceta… etcétera; cuando oía a Libia Brenda parecía que estaba oyendo a Irene Vallejo con esa maravilla de libro titulada: El infinito en un junco, pero también me veía a mí mismo, años atrás, cuando con mi grupo de amigos hacíamos un periódico escolar llamado La ubre del payaso, un periódico irreverente como debe serlo un estudiante de la carrera de letras y sus cuentos y/o productos.

En ese periódico escolar publicamos nuestros primeros textos o dibujos y fuimos una sociedad que incluimos a compañeros de otras carreras a participar con sus poemas, cuentos, reseñas de libros, de películas, etcétera. Es preocupante que los estudiantes de ahora no vayan al cine, no tengan un diario, no se junten como una pequeña secta a sacar un periódico escolar como lo tuvo Libia Brenda y lo sacó a colación en esta charla o como lo tuve yo mismo, con mi grupo de camaradas, es preocupante que no toquen guitarra y la carguen para todos lados…

Al día siguiente de esa charla, tuve, junto con mi grupo de estudiantes de quinto semestre, una pequeña participación dentro del programa: «al parecer paralelo al oficial» de una lectura coral del cuento: El paraguas de Wittgestein de Óscar de la Borbolla. El ejercicio de lectura en voz alta cada día se hace menos, cada día menos papás y mamás le leen cuentos a sus hijos e hijas «desgraciadamente estamos más inmersos en nuestros celulares que en otra cosa»; el ejercicio de lectura en voz alta o coral, todavía se hace mucho menos, pero esta vez lo hicimos o lo quisimos hacer.

¿Qué es una lectura coral? Es la lectura de un cuento a varias voces a manera de canon «como en la música», hasta que todos/as estemos leyendo a coro, un mismo cuento. Por fortuna tuvimos mucho público en medio de esta organización de la Feria del Libro de Comala 2023 y, por fortuna, el público recibió el documento de buena manera, recibimos muchas felicitaciones por este ejercicio, muchos videos de la lectura y, bueno, fue, puedo decirlo así, una actividad muy valiosa tanto para el público como para mis alumnas que estudiamos la materia llamada así: Fomento y difusión de la lectura.

Al finalizar la lectura, fui a llevar mis cosas al coche, de regreso al jardín principal donde se llevó a cabo, se paró un coche en una de las esquinas de Comala, el conductor bajó el vidrio, «me imaginé muchas cosas en ese momento», pero lo que siguió fue increíble y es el motor de que siga metido en esto desde hace ya muchos años.

—Maestro —dijo la voz—, felicitaciones por esta lectura, esperemos que se presenten en otros foros y escenarios…

Y, definitivamente, con esto me quedo.

Enhorabuena por esta primera Feria del Libro en Comala y, esperemos, vengan muchas más en otros municipios de nuestra bella entidad colimense. Punto, fecha y firma, así lo dejo escrito.