Colima.- Actualmente existen condiciones de sequía severa en el estado de Colima, derivado de una ausencia de precipitaciones que se extiende desde noviembre de 2020, informó Tania Román Guzmán, directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Colima.
En entrevista exclusiva con AF recordó que la sequía es el reflejo de una precipitación por debajo del promedio, mientras que la escasez de agua se refiere a la falta del líquido para cubrir una demanda, y esta puede deberse a diversas razones y no solo a la precipitación.
Román Guzmán apuntó que desde la primera quincena de noviembre se observó el inicio de un periodo anormalmente seco en algunas regiones de la entidad, que ha avanzado hasta convertirse en sequía severa que abarca el 82 por ciento del territorio estatal.
“Lo cual nos habla de probables pérdidas en cultivos, un mayor riesgo de incendios, es común la escasez de agua y, se deben de imponer ciertas restricciones”.
La titular local de Conagua adelantó que se tiene establecido un plan de riego en cultivos y se implementarán estrategias que respondan a las necesidades de los agricultores, pero siendo congruentes con el nivel de las presas.
Es por ello que podrían espaciarse los vertidos para riego, que ocurren de tres a cuatro veces por semana, a dos o tres; y, en caso de que la sequía sea grave, estos vertidos podrían espaciarse más en el tiempo, para satisfacer la demanda de todos los productores.
“Si bien, no es así como que el año más seco que habíamos tenido en toda la historia – porque más o menos el promedio que nos llueve es de 972 milímetros-, el año pasado llovió un poco menos. El tema aquí que nos ocupa es ¿cuándo dejó de llover? Aquí nos dejó de llover a partir de octubre”.
Cabe recordar, que al no haber precipitaciones en noviembre, diciembre, enero febrero y marzo –las llamadas cabañuelas-, las presas del estado no recibieron agua para completar su llenado, por lo que trabajan a un porcentaje menor de su capacidad normal.
Por ejemplo, la presa Basilio Vadillo se encuentra aun 61.40 por ciento al día de hoy, cuando se encontraba a un 77 por ciento, en la misma fecha del 2020. Por su parte, la presa Trojes está al 59.15 por ciento de capacidad, cuando hace un año tenía el 79.58 por ciento de capacidad.
De este modo, los cultivos requirieron del agua de las presas desde inicios de año, que en condiciones normales hubieran obtenido de la lluvia invernal. Por lo tanto, se ha vertido agua desde octubre, pero sin recibir las precipitaciones esperadas a inicio de año, disminuyendo su capacidad.
¿Qué se espera?
Recordemos que se instaló en el país el fenómeno de La Niña, asociado a una ausencia de precipitaciones y aumento en la temperatura, el cual está por terminar y la Conagua espera entrar a una fase neutra.
Lo que se espera que ocurra en este periodo es una normalidad en los ciclos de lluvia, así como en el número de tormentas y ciclones.
Tania Román detalló que se espera que las lluvias regresen en junio con un temporal de lluvias regular, aunque adelantó que se deberá esperar a ver la forma en la que se presenten estas lluvias.
La Conagua local explicó que pudiera ocurrir que llueva la misma cantidad que otros años en cuanto a milímetros, pero acumularse en precipitaciones abundantes de pocos días y no distribuirse en el tiempo con lluvias constantes por varios días.
Por otro lado, la titular de Conagua en la entidad recordó que este inicio de 2021 se acumuló la sequía moderada, la falta de precipitación pluvial y el aumento en el consumo domiciliario a causa de la pandemia.
Tan solo en Colima se observo un incremento en la demanda entre el 20 y el 40 por ciento del agua.
Por lo tanto, y derivado de las condiciones actuales en el estado, la Conagua hace una extensa invitación a ser conscientes y responsables en el uso del vital líquido, pues las condiciones de sequía prevalecerán hasta que inicie el temporal de lluvias.
El acceso al agua es un derecho humano, pero en estas condiciones de sequía, su cuidado se convierte en una obligación de la sociedad y los productores para garantizar que todos puedan acceder a ella.
Por ello se recomienda a la población aplicar medidas de cuidado en casa y evitar su desperdicio, pues con pequeñas acciones se puede aminorar su consumo.
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