estimonios de mexicanos acusados por narcotráfico terminan en Malasia

Los tres hermanos mexicanos detenidos por un presunto delito de narcotráfico en Malasia concluyeron este jueves sus testimonios, en el juicio en el que se enfrentan a la pena capital por ahorcamiento, informaron fuentes de la defensa.

José Regino González Villarreal, de 36 años, comenzó su testimonio en el Alto Tribunal de Kuala Lumpur en la vista del miércoles, y cerraron después el proceso sus hermanos Luis Alfonso, de 47 años, y Simón, de 33.

Fuentes de la defensa informaron que con las declaraciones de los cinco imputados —los tres mexicanos, un malasio y una persona de Singapur— la defensa concluyó la presentación de su causa.

El juez Mohamed Zawawi levantó la vista hasta el próximo 26 de marzo, cuando escuchará los argumentos finales. Él es un magistrado con fama de inflexible y al que apodan el Juez Soga por las más de 100 sentencias a muerte que ha pronunciado en casos de narcotráfico.

La intervención de los imputados comenzó este miércoles con el singapurés Lim Hung Wang, a quien le siguió el malasio Lee Boon Siah y por último los González Villarreal.

Los tres hermanos explicaron en sus testimonios cómo llegaron a Malasia y que, mientras esperaban un trabajo en Singapur, aceptaron una oferta para limpiar la basura de una nave industrial en Joho Baru, ciudad portuaria del sur de Malasia, cuando fueron detenidos durante una redada policial en 2008.

Lim Hung Wang declaró en su turno que había sido contratado para limpiar la nave por «unos singapureses».

Según la versión de la Policía, los acusados se encontraban en la fábrica en la que hallaron instrumentos de laboratorio y cerca de 29 kilogramos de metanfetamina, aunque un tercio desapareció bajo custodia policial.

El abogado Kitson Foong, que defiende a los mexicanos, mantiene que la desaparición de parte de lo decomisado supone una «manipulación de las pruebas» y «vulnera» los derechos fundamentales de sus clientes.

Con ese argumento, el letrado solicitó en 2011 al Tribunal Federal, la máxima autoridad judicial, que anulara el juicio, pero la petición fue desestimada el pasado diciembre.

Si al final los tres hermanos mexicanos son condenados, podrán recurrir la sentencia ante el Tribunal de Apelaciones y luego, en última instancia, ante el Tribunal Federal.

La legislación penal de Malasia contempla la pena capital para toda persona declarada culpable de haber estado en posesión de más de 15 gramos de cualquier droga de las consideradas duras, o de 200 gramos de las calificadas como blandas.

Los González Villarreal no se han quejado del trato que reciben en la prisión malasia, aunque a veces padecen problemas gastrointestinales por la comida y el menor está enfermo de tuberculosis.

Los tres hermanos provienen de una familia humilde y se dedicaban a la fabricación y venta de ladrillos en el estado de Sinaloa, en el noroeste de México, donde opera uno de los cárteles de la droga más poderosos del mundo.

Con información deCNN

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