Los periodistas extranjeros en China sufren un grave deterioro de sus condiciones de trabajo, maltratos físicos y presiones del régimen en materia de visados, según una encuesta del Club de Corresponsales Extranjeros de China (FCCC), que las autoridades chinas calificaron hoy de organización ilegítima.
El FCCC, que representa a más de 300 profesionales de todo el mundo en el país asiático, publicaron los resultados preliminares de un sondeo realizado a unos 100 miembros y la quinta parte aseguró que fueron amenazados con perder sus visados de trabajo tras publicar contenidos molestos para el régimen.
Un 94 por ciento de los profesionales encuestados dijo que libertad de cobertura ha empeorado en el último año y desde el final de los Juegos Olímpicos de 2008.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Jiang Yu afirmó hoy al respecto que el FCCC «no es una organización legítima», pero que mantienen con estos profesionales un «canal de comunicación directo y fluido».
Jiang aseguró además que el hecho de que la prensa extranjera esté aumentando su personal en China ya supone una ampliación de la libertad de cobertura en el país asiático, considerado uno de los más censores por grupos de derechos humanos.
Sin embargo, el resultado de la encuesta refleja una situación distinta, ya que un 70% de los miembros del FCCC encuestados, entre los que se cuentan numerosos premios Pulitzer, dicen haber sufrido acoso físico y violencia durante el desempeño de su labor.
Veinte corresponsales que representan a 18 organizaciones de nueve nacionalidades experimentaron amenazas o retrasos en la consecución de sus visados, 12 de ellos por contenidos publicados sobre China o por el «tono» de los mismos.
«Me dijeron que debía rebajar el tono de mis reportajes si quería permanecer en China, lo que considero una grave amenaza, pero conseguí mi visa sin rebajar el tono de mis comentarios», señaló uno de los afectados, un periodista alemán que pidió anonimato.
Entre el 94 por ciento que considera que las condiciones de trabajo para los corresponsales han empeorado destaca la opinión de un periodista británico: «en 14 años de trabajo en China este es sin duda el periodo más violento. La naturaleza del acoso físico es peor».
Uno de los casos de violencia física fue denunciado por el corresponsal de la BBC británica Damian Grammaticas, quien aseguró que al cubrir una manifestación fue golpeado por la policía. «Me tiraron del pelo, me lanzaron contra el suelo de una furgoneta policial y me cerraron la puerta de forma repetida en la pierna».
El resultado preliminar de la encuesta del FCCC indica también que las fuentes chinas de un 40 por ciento de los corresponsables fueron acosadas, detenidas, interrogadas o sufrieron consecuencias negativas por conceder entrevistas a los medios foráneos.
En esta misma línea, un 33 por ciento aseguró que sus asistentes y ayudantes chinos han sufrido presiones y acoso de las autoridades locales, hasta el punto de que algunos de ellos han dimitido.
El 99 por ciento de los encuestados aseguran que las condiciones de cobertura en China no cumplen con los estándares internacionales.
Con información de Milenio
