Colima.- Ante un monumento a seis adolescentes varones que han encarnado valores tradicionalmente considerados viriles, dos decenas hombres vestidos de gala, escoltados por dos edecanes mujeres y rodeados de grupos de soldados varones milimétricamente dispuestos, conmemoraron la batalla del castillo de Chapultepec, librada el 13 de septiembre de 1847.
El huracán «Odile» se presentó con modales bruscos ante la crema y nata de las autoridades civiles y castrenses de Colima: un violento aire que sacudió la lona que resguardaba a los acicalados varones arrojó agua a la sección de los colimenses de a pie y provocó un pequeño movimiento de sillas que desembocó en un adulto mayor tirado en el piso. Pero todo quedó en eso.
La glorieta en honor a Fernando Montes de Oca, Vicente Suárez, Juan Escutia, Francisco Márquez, Agustín Melgar y Juan de la Barrera se vio, como cada año, llena de soldados y civiles rememorando el trágico destino de los seis archiconocidos cadetes que dieron su vida en el castillo de Chapultepec, hace 163 años.
El jefe de Estado Mayor de la Vigésima Zona Militar, Juan Manuel Díaz Organito, pronunció el discurso oficial del evento.
El primer objetivo del mensaje fueron los jóvenes, principalmente los estudiantes, a quienes exhortó a seguir el ejemplo de los seis cadetes de Chapultepec pero con otras armas, con las de los libros y el trabajo escolar.
El general Díaz Organito también conminó a los presentes a convertir la educación en la base para superar los “antagonismos del presente”, y recordó, tanto a los civiles como a los militares, que tienen la encomienda “de no defraudar a nuestros antepasados porque somos los responsables de continuar sentando las bases para un futuro promisorio”.
El breve discurso abordó también el tema del respeto a los derechos humanos; incluso, con un sutil llamado a ver “con mirada honesta y realista”, el general deslizó en su mensaje la reforma a las leyes en materia energética.
Tras el discurso, pronunciado ante unas 300 personas, alrededor de un centenar de civiles que aguantaban el miedo a la lluvia y al viento, el 29 Batallón de Infantería emitió una salva de fusilería que atronó y provocó exclamaciones de miedo y gozo entre el público.
El toque femenino a la conmemoración lo dio Teresa Jocelyn Terán Frías, alumna de la secundaria conocida como Escuela de Talentos: con su uniforme escolar, la joven se puso frente al presídium y declamó, con impostada ferocidad, un poema a los seis malogrados varones de Chapultepec.
Cuando terminó la conmemoración, la presencia femenina en el presídium creció asombrosamente: el diputado Martín Flores Castañeda fue rodeado por un grupo de mujeres que se empujaba para lograr su atención y empuñaba frente a él recibos de electricidad.
Así se recuerda a los Niños Héroes en Colima.
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