Chelsea conquistó el sábado su primera corona europea al superar al Bayern Munich en una definición por penales en la final de la Liga de Campeones.
Chelsea se impuso 4-3 en la tanda de penales tras un empate 1-1 en los 90 minutos reglamentarios.
Didier Drogba fue quien empató el duelo con un cabezazo a los 88 minutos, luego que Thomas Muller había adelantado al conjunto alemán con el mismo tipo de factura cinco minutos antes.
Todo se definió desde los 12 pasos, y Chelsea también remontó tras fallar el primero de los remates. Nuevamente fue Drogba, el eterno delantero marfileño de los Blues, el que metió el penal decisivo.