Opinión…

Auditoría: Oportunismo vs compromiso

Por: Wenceslao Flores Amador*

Todavía no inician las campañas rumbo a la elección extraordinaria y tanto los medios de comunicación como las redes sociales, particularmente el Facebook, registran un debate que se ha ido intensificando en torno a diversos temas.

Recientemente se encuentran el incidente de tránsito protagonizado por un colaborador del diputado local del PRI Héctor Magaña, hecho que fue ventilado en los medios de comunicación con el objetivo de generar un daño al legislador y a su partido, filtración de la que fue señalado como responsable a Enrique Michel Ruiz Ruiz, actual secretario general del PAN.

Además de esto, se encuentra otro suceso protagonizado por un funcionario del Ayuntamiento de Colima, Jorge Bladimir Preciado Navarrete, hijo ex candidato del PAN a la gubernatura, Jorge Luis Preciado Rodríguez, quien tuvo un desencuentro con un empleado de la misma administración, el cual se agravó todavía más cuando el guarura de éste mostró su pistola a Héctor Alejandro Paredes Macías, encargado del Centro Juvenil Venustiano Carranza.

En tanto de una manera muy desafortunada la administración municipal de Colima, comandada por el panista Héctor Insúa, hace todo lo posible para descomponer en el proceso electoral que aún no ha iniciado, en medio de esta guerra de señalamientos y de sucesos que dejan ver el bajo nivel que suelen mostrar la política y los políticos, casi al finalizar la semana anterior tuvimos la oportunidad de escuchar una declaración bien reflexionada que contrasta con los arrebatos y revanchismos, y que precisamente por la oportunidad y contundencia con la que surge ha sido bienvenida por una opinión pública harta de confrontaciones estériles y payasadas.

El pasado viernes los medios de comunicación dieron cuenta de lo que a mi opinión es un posicionamiento inteligente y objetivo sobre las finanzas estatales, particularmente porque no especula ni anticipa escenarios, y tampoco señala culpables de la grave situación financiera cuyos resultados finales y el deslinde de responsabilidades aún no ha sido determinado por auditoría alguna, pero sí muestra dos compromisos fundamentales que a mi juicio deben ser valorados.

Cuando Ignacio Peralta Sánchez reconoció la decisión del gobernador Ramón Pérez Díaz de realizar una auditoría integral a la administración estatal anterior, además de haber declarado que es evidente la grave crisis financiera que agobia las finanzas estatales, señaló que es necesario conocer las causas de la misma y que no podemos permanecer ante esta situación como si no pasara nada.

También afirmó que debe ser el OSAFIG la instancia responsable de realizar dicha tarea, la cual, cito textual, “contribuirá a mejorar el manejo de las finanzas estatales y dará mayor transparencia en torno al uso de los recursos públicos”.

Hoy día en que actitudes protagónicas y estrategias de descrédito son el pan de cada día en la política, señalamientos de este tipo son los que quiere ver una sociedad cansada de guerras de lodo y descalificaciones sin sentido alguno. Si la situación de las finanzas estatales es tan grave y es de vital importancia que la auditoría logre transparentar las cuentas y, en caso de que se detecten desvíos o manejos al margen de la ley, se consigne a los culpables ante las autoridades correspondientes.

Por su relevancia el tema no debería ser objeto de declaraciones banales ni ser motivo para protagonismos que lejos de buscar claridad, pretenden llevar a quien se les ponga en el camino al juicio sumario de los medios de comunicación y las redes sociales.

Pero bueno, así es la política y los ciudadanos no estamos exentos de padecer embates que solo pretenden abonar a la especulación, al caos y al descrédito de al contraparte. Por ello, el decir que se exigirá que se llevará ante la justicia a quienes resulten responsables, sin duda es una declaración objetiva, que lejos de usar el discurso del linchamiento para congraciarse con la opinión pública, muestra una gran madurez política fundada en la transparencia, la honestidad y el respeto a la ley, valores muy escasos hoy día.

La mesura que siempre ha caracterizado a Ignacio Peralta, lo hace ver como un político responsable, que lejos de buscar obtener un beneficio personal de uno de los temas que más interesan, ofenden o mantienen la atención de amplios sectores de la sociedad, como usted decida, le permite refrendar ese compromiso con el respeto de la ley y la claridad de las pruebas que siempre deben anteceder a cualquier decisión. Es indudable que en la actualidad hace falta ver más actitudes en la tan desprestigiada política.

*El autor es licendiado en Ciencias Políticas.

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