Miles de trabajadores de Francia asisten a la huelga convocada para este martes para protestar contra los planes del gobierno de Nicolás Sarkozy de aumentar la edad de jubilación. Más de 200 manifestaciones están previstas en todo el país en paralelo a la huelga.
Empleados del sector público y privado, incluidas áreas de transporte, educación, justicia, hospitales, medios y la banca, participan en la protesta.
La huelga masiva, planeada desde junio, es una reacción a las reformas de las pensiones del gobierno francés, que proponen el aumento de la edad del retiro a los 62 años. Actualmente, la edad máxima para jubilarse es 60, aunque los empleados con trabajos pesados pueden hacerlo antes, dependiendo del oficio.
Más de una docena de sindicatos llamaron a la huelga de este martes, aunque no todas las personas faltaron a su trabajo. El ministro de Educación, por ejemplo, reportó que su sector sólo tiene un 30% de ausentismo.
La huelga también provocó una reducción en el servicio de trenes.
Las reformas presentadas por el presidente Nicolás Sarkozy han provocado el enojo de muchos en Francia.
Entre ellos está la empleada de correos desde hace 30 años, Isabelle Alouges. Esta mujer había planeado retirarse el próximo año cuando cumpliera 55, pero con las reformas, ella tendrá que trabajar hasta los 60 o más para alcanzar una pensión completa.
Un representante de su sindicato dijo que los trabajadores postales se sienten traicionados porque están siendo obligados a pagar por trabajar más tiempo cuando el gobierno podría modificar el plan de pensiones de Francia y reducir los déficits aprobando más impuestos para los más ricos.
«Mi sensación es que se está cometiendo una injusticia porque hay una mala distribución de la riqueza nacional», dijo Nicko Galpides.
La reforma a las pensiones llega en un momento definitorio en la presidencia de Sarkozy. Ha habido diversas huelgas y manifestaciones por las reformas y se ha unido la oposición como nunca antes se había visto.
Uno de los principales colaboradores de Sarkozy dijo el fin de semana que quizá puedan revisarse algunos detalles de la reforma pero que los fundamentos básicos de las pensiones deben promulgarse porque la esperanza de vida aumenta la carga financiera en el sistema de pensiones.
Las cosas se complican para el gobierno por los bajos niveles de aprobación de Sarkozy, que en el verano alcanzó el punto más bajo de su presidencia.
«Hay una especie de antipatía contra Nicolás Sarkozy en este momento», dijo Guillaume Petit, de la agencia encuestadora TNS Sofres. «Su tasa de aprobación es muy baja. Tenemos sólo al 30% de los francés confiando en él como presidente. Esto es muy bajo para un mandatario».
El mes pasado, las agencias encuestadoras dieron otro revés a Sarkozy cuando se publicaron sondeos que muestran por primera vez que hay muchos políticos franceses que podrían vencer al actual presidente si decidiera lanzar su reelección en 2012.
