Argentina ve solución en disputa con Petrobras

La petrolera brasileña Petrobras intentará aumentar su plan de inversiones de 500 millones de dólares este año en Argentina, mientras avanzan las negociaciones para recuperar una concesión en la provincia de Neuquén revocada este mes por falta de capital, dijeron el viernes funcionarios de ambos países.

El ministro argentino de Planificación, Julio de Vido, voló el viernes a Brasilia para transmitir su «optimismo» sobre la posible devolución de la licencia de Veta Escondida y pedir más inversiones de Petrobras.

«Estamos en vías de resolver esta pequeña diferencia que surgió», dijo tras reunirse con el ministro brasileño de Energía, Edison Lobao, y la presidenta de Petrobras, Maria das Gracas Foster.

«Somos optimistas de que habrá una solución», añadió durante una conferencia de prensa junto a Lobao.

La revocación de la concesión en Neuquén tensó la atmósfera entre las dos mayores economías de América del Sur.

Las negociaciones ocurren contra el telón de fondo de la expropiación esta semana en Argentina del 51 por ciento de la petrolera YPF, una unidad de la española Repsol, que alarmó a inversores y gobiernos extranjeros.

Según fuentes de la industria, el Gobierno argentino presionó a las autoridades de Neuquén para que devuelvan la concesión de Petrobras, una empresa responsable por un 8 por ciento de la producción de petróleo en Argentina.

El ministro brasileño Lobao dijo el viernes a periodistas que Petrobras podría aumentar en el futuro su participación en la producción argentina hasta llegar a entre 10 y 15 por ciento.

«Esa participación no tiene que ser alcanzada este año, sino en el largo plazo», dijo.

Petrobras actúa en Argentina como productor de petróleo y distribuidor de gasolina y derivados. Opera 19 áreas con una producción de 102.000 barriles diarios de petróleo y tiene 14 zonas de exploración.

La petrolera brasileña tenía la concesión de Veta Escondida hasta el 2027, donde dice haber invertido más de 10 millones de dólares en exploración en los últimos tres años.

De Vido abrió además la puerta para que Petrobras participe en futuros proyectos junto a YPF.

Brasil se ha mantenido al margen de la polémica sobre la expropiación del control de la unidad de Repsol, argumentando que es una decisión soberana de Argentina.

Argentina quiere que las petroleras extranjeras aumenten la producción para reducir sus crecientes importaciones de crudo.

La tercera economía de América Latina está marginada de los mercados internacionales de capitales tras un masivo default en el 2002 y depende de su superávit comercial para financiarse.

Con información de Reuters

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