ALBORES

En los albores de la legalización de Cannabis.

Fernando Alberto Gutiérrez Fernández.

La legalización del consumo, venta y distribución de mariguana en algunos estados de los EE. UU. Genero la consabida tempestad que este tipo de tópicos genera. Sin embargo, más que una novedad, representa la reanudación de políticas similares ocurridas en los años setentas en dicha nación, que culminaron cuando la exaltación de la ralea puritana convirtió un fenómeno psicológico y de salud pública en un problema de seguridad nacional, que se reprodujo con éxito a lo largo del continente y que al final no termino con la drogadicción, ni el narcotráfico, pero tuvo el poder de establecer como dogma el estatus ilegal de los narcóticos, como la única vía posible.

La nueva legislación en torno a la cannabis en Colorado y Washington, Correcta o incorrecta, esta ataviada del apoyo de las mayorías que votaron por la legalización y representa un atisbo de respeto al libre albedrio, condición de suma importancia, pues se encuentra implícita en una sociedad que dice caminar bajo la egida del capitalismo (en referencia a la filosofía que permeó a los patriarcas de este sistema, como Adam Smith, y que en términos económicos está representado por el libre mercado) y es por ende sinónimo de coherencia, el más relevante de los últimos años. Sin embargo, los aspectos más importantes están por venir pues representaran un antecedente que facilitará la legalización en otros estados y finalmente desembocará en una -quizá parsimoniosa- erradicación de los prejuicios sociales en torno al consumo de drogas, en un ambiente donde existe la plena libertad del individuo de hacerlo o no, y es en dichos escenarios donde la responsabilidad humana se extiende al máximo y donde los efectos adversos del consumo de drogas se minimizan, pues ya no se encuentra inmiscuido en la estela de otros fenómenos como la delincuencia, hay un mayor acceso a la información, existe una menor relegación del adicto, lo que lo une a redes sociales, importantes para el abandono de una adicción, y permite un mejor seguimiento de la salud de los consumidores.

La noticia tendrá eco en nuestro país, desafortunadamente, aun se carece de determinadas condiciones preliminares, menester para que la legalización de mariguana se reproduzca en México. Aquí la mayor parte de las voces que proclaman la pertinencia de la legalización de Cannabis están motivadas por “razones de seguridad” y no por el respeto a la libertad o el bienestar del individuo, cuestiones sin las cuales los verdaderos efectos benéficos de dichas modificaciones a la ley no pueden manifestarse, pues su prosperidad estaría limitada a los resultados directos que produzca en materia de seguridad. El estado mexicano desconoce soluciones de fondo, esta embebido en las estadísticas, ha olvidado al individuo, ignorando que es desde su fenomenología donde se motivan los grandes cambios…a grosso modo existe una ausencia de condiciones preliminares para eventos como la legalización de mariguana en nuestro país, mucho podrían abonar los medios a esta situación, motivando el abandono del monologo de los políticos, al cual contribuyen en demasía, pues la fuente de información principal respecto a cualquier tema es en primera instancia el político, y no la sociedad y mucho menos los expertos en las diversas materias. Estoy en total acuerdo México no es Washington, ni colorado, mucho menos Holanda…

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