¿QUÉ VIENE?
Por: Sean Osmin HAMUD RUIZ
Hay que decirlo, el presidente de México tiene un problema mental. Algún padecimiento no le permite interpretar la realidad y su circunstancia de manera coherente.
Mucho se ha señalado el tema de su proclividad a mentir, por lo menos a desdecirse. Es viral el video donde se muestran mensajes de él en distintos momentos en la línea del tiempo y se le escucha decir claramente y sin ediciones que durante su mandato se compromete a bajar el precio de la gasolina. Meses después aparece diciendo que él nunca se comprometió a ello. Y así más de un ejemplo.
Por otro lado, esa muletilla que se ha apropiado para desvirtuar cualquier información que lo incomode respecto a su concepción de los resultados hasta hoy de su administración. Sus socorridísimos “otros datos”. Por supuesto que no se muestran, pero sin duda números y parámetros alegres y saltarines viven en su pensamiento de forma colorida y amena.
Por otro lado, también ha insistido muchas veces en que sus modos y costumbres marcan pauta moral y a penas el viernes pasado pidió no estigmatizar a los pueblos indígenas, que, en función de sus usos y costumbres, todavía en la actualidad, venden a sus hijas para que éstas contraigan matrimonio. Diría Mafalda “¡mecachis!”. De verdad que no se entiende esta pretendida aclaración, mucho menos en el contexto que vivimos donde la violencia y discriminación contra la mujer es tema que se exige resolver un día si y el otro también.
¿Quiere perpetrase en el poder? ¿quiere acabar con la clase medio y alta? ¿quiere que el estado controle la mayor parte de la actividad económica? ¿quiere que Morena se enquiste en el ejercicio de gobierno? La verdad, las respuestas, a estas alturas, no importan. Lo indispensable es que cada uno de nosotros y en conjunto, tenemos la capacidad de detener esta locura.
Primero, hay que salir a votar. Segundo hay que reflexionar este voto. Cuando escucho que los candidatos y candidatas del partido guinda piden “vota todo morena”, me preocupa sobremanera que le demos el último empujón a la estabilidad emocional y mental del presidente y lo arrojemos a la vorágine del poder absoluto, que ya sabemos, es el que corrompe absolutamente.
Te invito a todo lo contrario, esta próxima jornada electoral, ni un voto a quien represente y diga estar al 100 con YA SABES QUIEN.
