Trump no da pie atrás pese a la condena por la separación de familias migrantes

Los demócratas improvisaron una protesta en el Congreso, mientras republicanos moderados y los principales grupos empresariales estadounidenses presionaron al presidente Donald Trump el martes para que deje de separar a los niños inmigrantes de sus padres.

Una encuesta de opinión mostró que la mayoría de los estadounidenses se oponen a la medida.

Las separaciones de familias, documentadas en videos online de niños retenidos en jaulas, han desatado una ola de críticas en Estados Unidos y una condena en países extranjeros.

Trump, que ha adoptado una posición dura frente a la inmigración, ha defendido firmemente las acciones de su gobierno.

Trump culpa de las separaciones a los demócratas, pero sus colegas republicanos, que controlan ambas cámaras del Congreso, y su propio gobierno implementaron la política actual de adhesión estricta a las leyes de inmigración.

El martes, el presidente trató nuevamente de culpar a los demócratas de lo que calificó como “vacíos” en la ley que exige que las familias detenidas por ingresar ilegalmente al país sean separadas o liberadas.

“Estos son los vacíos que causan la separación familiar, que no queremos”, dijo en declaraciones a la Federación Nacional de Negocios Independientes, y agregó que quería que el Congreso le otorgue el poder para detener y deportar a las familias.

Trump ha buscado ligar el fin de las separaciones de familias con la aprobación de un proyecto de ley más amplio sobre inmigración, lo que llevó a los demócratas a acusarlo de usar a niños como rehenes.

Dos de los principales grupos empresariales, la Cámara de Comercio de Estados Unidos y la Mesa Redonda de Empresarios, criticaron la política de separación el martes y pidieron su cese inmediato.

“Esta práctica es cruel y contraria a los valores estadounidenses”, dijo en un comunicado Chuck Robbins, presidente ejecutivo de Cisco Systems Inc y quien encabeza el comité de inmigración del grupo.

TOLERANCIA CERO
En abril, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, había anunciado una política de “tolerancia cero” bajo la cual las personas capturadas tratando de ingresar ilegalmente al país enfrentan cargos criminales, lo que conlleva que los niños sean separados de sus padres inmigrantes.

Los padres referidos por agentes fronterizos para su procesamiento son llevados a cárceles federales, mientras que los hijos son trasladados a instalaciones de detención bajo custodia de la Oficina de Reinstalación de Refugiados (ORR, por su sigla en inglés), una división del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Pero los demócratas y algunos republicanos han criticado al gobierno por separar a cerca de 2.000 niños de sus padres entre mediados de abril y finales de mayo.

Videos publicados en internet mostraron a niños inmigrantes siendo detenidos en jaulas con pisos de cemento en centros de detención.

Una grabación de audio que capturó sonidos de niños inmigrantes llorando en un centro de detención estuvo circulando por internet. Reuters no pudo verificar independientemente su autenticidad.

Un acuerdo amplio en el Congreso para finalmente resolver las profundas divisiones sobre la ley de inmigración parecía improbable, ya que Trump está enfocado en obtener financiamiento para un muro que quiere construir desde hace tiempo en la frontera sureña de Estados Unidos con México.

Trump y legisladores republicanos de la Cámara baja se reunían por la tarde, en un encuentro donde discutirían dos proyectos de ley cuya votación está prevista para el jueves. Ambos fueron escritos sin aportes de los demócratas. Los republicanos controlan la Cámara de Representantes, el Senado y la Casa Blanca.