Transgénero es una condición, no una enfermedad mental: Salud

México.- México es el primer país en realizar un estudio de campo que brinda evidencia científica sobre que el transgénero es una condición y no una enfermedad mental, concluyeron científicos encabezados por el Instituto Nacional de Psiquiatría (INP) “Ramón de la Fuente Muñiz” de la Secretaría de Salud.

En la actualidad, la conceptualización de transgénero está incluida en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) Mentales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con los resultados de la investigación, se pretende que se elimine de ese rubro.

Este estudio realizado en colaboración con la Clínica Especializada Condesa de la Ciudad de México y la Universidad Nacional Autónoma de México, demuestra que el distrés (estrés provocado por el rechazo y violencia social) y la disfunción que sufren estas personas, que en muchas ocasiones los llevan a padecer algún trastorno mental, son resultado de la estigmatización y los malos tratos a los que se enfrentan en los diferentes ámbitos sociales.

Así lo dieron a conocer en conferencia de prensa, presidida por María Elena Medina Mora, directora del INP, quien puntualizó que este estudio coloca al país como punta de lanza en este tema a nivel mundial.

Detalló que actualmente la investigación es replicada en otras naciones como Francia, Brasil, India, Libia y Sudáfrica, a fin de obtener mayor evidencia científica para ser presentada en 2018 ante los países miembros de la OMS.

Subrayó que la importancia que tiene lograr la reclasificación de la condición transgénero, permitirá garantizar los derechos humanos y la protección de su salud.

Hamid Vega-Ramírez, coordinador del Área de Salud Mental de la Clínica Especializada Condesa, explicó que el estudio se llevó a cabo en 250 pacientes de esta unidad médica, única institución pública que provee de servicios de salud a las personas trans de la Ciudad de México.

Entre los hallazgos destaca que las personas entrevistadas reportaron que la primera vez que se dieron cuenta de su identidad transgénero fue durante la infancia o la adolescencia (edades 2-17 años).

Asimismo, manifestaron su experiencia con la identidad transgénero en la adolescencia (por ejemplo, malestar con las características sexuales secundarias, cambios realizados para tener una apariencia más parecida con el género de identificación, y peticiones de ser identificados con este mismo género).

También fueron interrogados sobre sus experiencias relacionadas con el distrés psicológico, el deterioro funcional, el rechazo social y la violencia.

Por su parte, Ana Fresán, investigadora del INP, mencionó que se encontró que el rechazo social y la violencia fueron los factores detonadores de distrés y cualquier tipo de disfunción.

A su vez, Alexandra Hass Paciuc, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, subrayó que estos avances científicos son imprescindibles para el combate de los prejuicios, el respeto a sus derechos humanos y el diseño de políticas públicas. BP