Varias decenas de estudiantes ocuparon ayer la Torre inclinada de Pisa y el Coliseo de Roma, dos de los símbolos turísticos de Italia, durante sus protestas contra la reforma de la universidad promovida por el Gobierno de Silvio Berlusconi que actualmente tramita el Parlamento.
En Pisa, un grupo de estudiantes abandonó la manifestación para acercarse a la famosa torre inclinada, y subió hasta su último anillo, mientras un centenar de universitarios impedía a los turistas el ingreso al monumento.
Desde la torre, los jóvenes desplegaron una pancarta en la que se leía “No a la reforma”, en referencia a la iniciativa legislativa del Gobierno que finalmente será votada el próximo martes.
Ya a primera hora de la tarde, un grupo de manifestantes abandonó la marcha principal de cerca de dos mil universitarios que recorrió las calles de Roma para finalmente entrar en el Coliseo, el monumento más representativo y visitado de la capital italiana.
