El estadounidense Tiger Woods aún se sostiene como número uno del golf mundial, a pesar de su penúltimo puesto en el torneo disputado el pasado domingo en Akron (Ohio) y gracias al colapso de su compatriota Phil Mickelson, el segundo del escalafón.
De este modo Woods extiende una semana más (270 consecutivas) su hegemonía, ininterrumpida desde el 8 de marzo de 2005 aunque cuestionable desde que optó por una retirada indefinida tras admitir a comienzos de año que le fue reiteradamente infiel a su mujer.
La mayoría de los analistas aseguraron entonces que el deporte asistiría a un antes y un después en cuanto a la trayectoria de Tiger.
Cuatro meses después de la reaparición de la «megaestrella», analistas afirman que ese vaticinio se acerca a la realidad. Su figura robótica y extraterrestre se tambalea como no había ocurrido antes.
Fuente: EFE