Te traemos el manual del lenguaje erótico

¿Quieres poner a mil a tu pareja mediante la palabra? Te enseñamos a dominar el lenguaje más ardiente.

Puede que una imagen valga más que mil palabras pero entre sábanas, verbalizar el placer que una siente puede convertirse en una excitante herramienta para interaccionar con la pareja.

Las palabras obscenas, los gemidos, los susurros, las conversaciones subidas de tono, son en muchas ocasiones, las responsables que don Orgasmo tenga una llegada simultánea. Sin embargo, no todo el mundo se siente igual de cómodo con el lenguaje erótico, hasta ahora.

Raquel Traba, a través de su libro ‘Los Placeres de Lola’, nos devela algunos prácticos consejos para hacer subir la temperatura del dormitorio mediante la palabra. Aprende a usar un lenguaje más hot y no por ello soez, y vuelve loco a tu chico.

Deja la timidez a un lado, controla el ritmo, no te aceleres y ve directa al grano. Llama a las cosas por su nombre y no reinventes. Entrénate en tus momentos de intimidad y conviértete en toda una experta del lenguaje sexual ¿Preparada?

Dos formas de usar el lenguaje sexual

Según explica Raquel Traba, el lenguaje erótico puede emplearse de dos maneras. Si no te andas con rodeos puedes dar instrucciones precisas como por ejemplo ‘Me encanta que me succiones el clítoris’ o bien ‘Espera que voy a buscar el anillo vibrador’ si te apetece un poco más de marcha.

Sin embargo, para iniciarte en este terreno tan excitante y dominar el lenguaje más caliente puedes empezar a ‘hablar sucio’ en tus momentos de intimidad. A solas contigo misma, puedes lanzarte a experimentar con el lenguaje más subido de tono. Para cuando estés con tu pareja, empieza suavecito, no vayas a soltarle de golpe eso de ‘Quiero que me arranques los pezones’ porque lo asustarás seguro.

Sea cual sea la forma que utilicen entre sábanas, es muy útil conocer los siguientes consejos que encontramos en ‘Los Placeres de Lola’ para aprender a hablar sucio ¡Toma nota!

Aprende a usar el lenguaje erótico.

Trucos para hablar sucio

1. Relata las fantasías que tuviste la última vez que te masturbaste. Házselas relatar a tu pareja y pídele detalles.

2. Para perder la vergüenza, acostúmbrate a leer. Hay novelas eróticas que pueden ser excitantes y poner la libido a flor de piel. Por ejemplo ‘El reencuentro: ¿Cómo aman las mujeres? De Carmen Robles.

3. Una forma muy excitante de dominar el lenguaje erótico es mediante la descripción. Relatarle lo que vas a hacerle y escuchar lo que te deparar entre sábanas es realmente orgásmico cuando se deja que la imaginación haga el resto.

4. Ordénale. Si a ti te gusta mandar y a él le pone obedecer, ya lo tienes. Puedes imponerle excitantes órdenes que te suplicará obedecer.

5. Para las más expertas, la interpretación es un juego muy morboso. Métete en el papel de una cortesana, de una enfermera o de una policía muy mala… Elije a tu personaje y a ¡Jugar!

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