TAREA PÚBLICA

LAS TANDAS, OPORTUNIDADES

Por: Carlos OROZCO GALEANA

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en que su gobierno ha entregado más de 350 mil pequeños créditos del programa Tandas para el Bienestar, créditos a la palabra para pequeños negocios que van desde los seis mil hasta los 20 mil pesos.

“Son seis mil pesos, pero sin intereses, sin papeleo, sin burocracia, se entregan a quien necesita, a quienes tienen un pequeño negocio, un taller, un artesano, para comprar mercancía, herramientas de trabajo, a los que se buscan la vida como pueden, que no son sujetos de crédito para la banca comercial”, expresó. Este programa no exige garantías, “ hay confianza en la palabra de los mexicanos, porque México es un pueblo honesto”.

Todos los programas están fortaleciendo la economía desde abajo y la gente está contenta abajo, nunca se había derramado tanto dinero abajo, a los más pobres, es un distintivo de la cuarta transformación”, dijo confiadamente.

El programa está focalizado en municipios de alta marginación y con altos niveles de violencia; el objetivo es también contribuir a la reconstitución del tejido social. Refirió Amlo que de los 355 mil créditos otorgados hasta el 30 de septiembre, en Guerrero, Chiapas y Oaxaca han brindado más de 114 mil créditos. Apuntó que 70 por ciento de las beneficiarias de los créditos son para mujeres y en su mayoría son para negocios de comercio y relacionado con la elaboración de alimentos y bebidas.

Explicó que el procedimiento para la obtención del crédito es sencillo y dichos créditos no tienen tasa de interés, al tiempo de que los pequeños negocios generarán un historial crediticio que más adelante permitirán que los negocios puedan recurrir a la banca comercial. Este año hay un presupuesto de dos mil 100 millones de pesos y para 2020 se contempla una asignación de dos mil 500 millones de pesos. La meta es llegar a un millón de créditos.

No hay duda alguna de los efectos positivos que tendrá entre la población necesitada que el gobierno desparrame recursos frescos para alimentar iniciativas de muchas personas que requieren un empuje mínimo para incursionar en la esfera productiva. La investigación previa que se hizo para fundamentar ese programa seguro que arrojó datos importantes que sugirieron la intervención inmediata del Estado a favor de gente olvidada y sin más aspiraciones que la de morir algún día en un ambiente de pobreza o miseria.

Las tandas fortalecerán la economía de las familias, y lo más importante, rescatarán una mística extraviada de personas que paulatinamente fueron empobreciendo por falta de educación para el desarrollo o de respaldo oficial para iniciar un negocio, ya que obtener recursos de la banca es muy difícil para los pobres por no ser sujetos de crédito y además por los altísimos intereses que cobra.

Es posible que, como dijo Amlo, al fortalecerse los negocios que se emprendan, los beneficiarios generen crecimiento de sus acciones e incursionen luego en etapas económicas más altas. De este modo, estaremos en presencia de una mejoría como país; recordemos que más de 53 millones de mexicanos no tienen educación básica y lo que producen no son precisamente conocimientos que generen una economía de mayor calidad.

A la par de entregar créditos a la palabra con sus consabidos riesgos, el régimen ha de pensar en otras estrategias que vinculen ese esfuerzo social a la promoción de facilidades para que muchas poblaciones no dependan íntegramente de las ayudas estatales y generen condiciones de autonomía y de esperanza firme en un presente menos difícil y en un futuro con más certidumbre.

Si a la gente no se le apoya para que adquiera capacidades productivas que generan riqueza, si solo se le acostumbra a recibir auxilio del Estado, México no evolucionará hacia niveles más altos de desarrollo. Esa actitud solidaria del Estado, con ser reivindicativa, lleva riesgos. De algún modo tiende a inhibir iniciativas y a mantener los niveles de desigualdad que hacen infeliz a muchos.