TAREA PÚBLICA

El PULSO DE INSUA

CARLOS OROZCO GALEANA

Carlos de la Madrid: “El único error que no cometeré como gobernador es el de ser ingrato”.
Para ofrecer alternativas laborales a personas con algún tipo de discapacidad así como de adultos mayores, el ayuntamiento capitalino propició la instalación de un foro interactivo llamado No Me Discrimines Por Mi Discapacidad, Inclúyeme Por Mi Capacidad, cuyo propósito fue mostrar incentivos fiscales para empresas incluyentes.
La Delegación Federal del Trabajo en Colima reveló la existencia de un programa de estímulos fiscales que permiten a las empresas llevar a cabo una deducción de impuestos sobre el ISR o una deducción de los ingresos acumulables siempre y cuando la empresa cuente con personal que acredite su discapacidad a través de un certificado expedido por una institución pública. Se podrá deducir también el 100 % de inversión en obras de adaptación de espacios laborales para discapacitados.

Lo importante de esta política inclusiva que promueve Insúa es que sirva para determinar qué es lo urgente de atender para mejorar la vida municipal, independientemente del origen de esfuerzos y recursos. A los alcaldes les pagan para que trabajen mucho y bien, ante lo cual deben enfrentar los problemas con inteligencia, capacidad resolutiva y sin atender ideologías.

Las políticas de recuperación social no deben faltar en la agenda de ninguna administración municipal en el país. No todo es arreglar banquetas o machuelos, reparar lámparas fundidas, regar jardines, arreglar vialidades u ordenar el tráfico urbano: hay que tener sensibilidad para servir a los demás desde la óptica del poder que ofrece la gestión activa: el poder no es para que los funcionarios se apoltronen en sus cargos y se sientan semidioses, sino que han de usarlo para hacer la vida más armoniosa y correcta buscando el beneficio común y desde luego a favor de los más rezagados, como son los que teniendo el dominio de algún oficio o capacidades intelectuales nada despreciables, requieren solamente una incentivación para producir.

Hay una gran riqueza intelectual y moral en muchísimas personas que tienen la vida por delante y padecen un problema físico que no les impide desplegar sus fuerzas para ganar un ingreso. No hay que verlas con indiferencia ni de reojo, valen lo mismo que todas y han de ser atendidas. No solo hay que tener atenciones con ellas cuando se trate de que voten.

Ya escribí en un artículo anterior: políticamente, el alcalde Insúa está resultando un hueso duro de roer para sus futuros rivales políticos, pisa callos y hasta hace enojar a algunos, remando contracorriente. Pero trae el pulso del municipio y si condesciende más con los ciudadanos, no le verán ni el polvo ( políticamente hablando) en los siguientes procesos electorales.

La clave será que siga gestionando, en los otros dos niveles de gobierno y en los demás sectores, proyectos en los que todos ganemos. No son tiempos de lucrar con las inversiones o dineros públicos, sino de orientar cada peso al bienestar general. La imagen personal se construye con trabajo comprometido.

Recuérdese que los últimos años no fueron buenos para nuestro municipio capital. Mucha grilla, hubo puros candidatos que llegaron al ayuntamiento a fraguar un brinco político mayor, y así nos ha ido. Hay pues muchas cosas por hacer, pero la más importante es que los ciudadanos recuperen la confianza perdida en sus autoridades y participen más en la vida pública, lo que será una ganancia mayor. Los estímulos fiscales que impulsan las actividades económicas para incorporar a los más al sector productivo, son claves para el buen vivir.