Sólo 19 por ciento de posgrados cuenta con un aval sobre su operación y calidad

“Es necesario construir una política de educación superior, ciencia y tecnología con visión de estado, para remontar los rezagos que nos colocan en situación deplorable a nivel nacional y desfavorable en el contexto internacional”.

“México, con más de 107 millones de habitantes, cuenta con alrededor de 200 mil alumnos inscritos en posgrado y enfrenta el grave problema de que se gradúan alrededor de 2 mil 500 doctores al año, lo que constituye la cuarta parte de los que se forman en Brasil o en España, y menos del cinco por ciento de los que se gradúan en Estados Unidos”.

Esto lo indicó la directora de Posgrado de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), Annie Pardo Cemo al impartir la conferencia “La importancia del posgrado en el marco del desarrollo nacional”, dentro de las actividades del XXIV Congreso Nacional de posgrado que se realiza en la Universidad de Colima.

Annie Pardo enfatizó que es fundamentalmente en el posgrado, y en particular en el doctorado, donde se adquieren las herramientas para generar nuevo conocimiento y pensamiento crítico, que son la base de las aportaciones científicas e innovaciones tecnológicas. México, en esto, “tiene un rezago histórico gigantesco y aunque ha habido un esfuerzo importante en la atención al posgrado, se enfrenta al ineludible reto de incrementar la cobertura, mejorar las capacidades del posgrado y formar más y mejores profesionales especializados e investigadores”.

Dijo que algunos indicadores relacionados con investigación en el país muestran que contamos con alrededor de 270 investigadores por cada millón de habitantes, a pesar de que el número de miembros del Sistema Nacional de Investigadores, de 1997 a 2009, se ha incrementado en 2.5 veces, alcanzando poco más de 15 mil 500 integrantes. “Es un número muy reducido, considerando que el país tiene más de 107 millones de habitantes”, comentó.

En este sentido, señaló que “es necesario construir una política de educación superior, de ciencia y tecnología con visión de estado, para remontar los rezagos que nos colocan en situación deplorable a nivel nacional y desfavorable en el contexto internacional”.

Manifestó que es indispensable seguir impulsando el posgrado a través de nuevos acuerdos nacionales e internacionales, promoviendo además nuevas ofertas innovadoras de programas compartidos y de posgrados presenciales y a distancia, estimulando la movilidad de estudiantes y académicos y optimizando y compartiendo las capacidades instaladas y los nichos de oportunidad.

Además de abrir nuevas plazas y centros de educación superior para insertar a los jóvenes investigadores recién egresados de un posgrado, “éste es un problema que requiere de una estrategia a largo plazo y de solución en el corto plazo, pues existe el riesgo de que la población con mayor calificación académica prefiera emigrar a países que aseguran su pleno desarrollo”.

Señaló que de los 5 mil 600 programas de posgrado que se ofertan en el país, según la ANUIES, sólo el 19 por ciento de ellos cuenta con un aval sobre su operación y calidad en alguno de los niveles de clasificación del Programa Nacional de Posgrados de Calidad del CONACYT, por lo que, agregó, que existen programas que todavía no alcanzan los estándares que CONACYT ha establecido como indispensable y algunos otros son programas “patito”.

Concluyó diciendo que es imperativo avanzar, en el corto plazo, en ampliar la cobertura de un posgrado de calidad y aumentar el reducido tamaño del sistema nacional de ciencia y tecnología, tanto en número de investigadores como en la inversión destinada respecto al Producto Interno Bruto (PIB), que se encuentra muy por debajo de los indicadores que caracterizan a los países desarrollados y emergentes.

 

 

 

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