Por: Balvanero Balderrama García

El lunes 9 de marzo –de 2020, para mayor precisión-, fue un día inusual, raro, distinto. No se dio el habitual embotellamiento en el cruce del Tercer Anillo con la Av. Venustiano Carranza; había fluidez, por citar un dato matutino.

Las avenidas, como en temporada de vacaciones. Con movimiento, pero no lo cotidiano.

Era de esperarse, el movimiento #undiasinmujeres estaba en marcha. Los medios de comunicación hicieron coberturas de esa ausencia de muchas mujeres. No de todas. Hubo quienes voluntariamente, muy respetable, decidieron no sumarse; hubo otras, sustento de su hogar, desde el trabajo informal o laborando la iniciativa privada, no pudieron sumarse. Hubo instituciones que dijeron apoyar, más por imagen que de verdad.

Sin embargo, las demandas son de todas y para todas: alto al feminicidio, que pare la violencia hacia las mujeres, equidad y justicia, son algunas de ellas.

¿Qué sigue? Es la pregunta. ¿Ahora qué? La mayoría femenina se ha hecho sentir. Si en una democracia se gana por un voto, en nuestro país el 51.4% son mujeres (INEGI, Encuesta Intercensal 2015).

Esta lucha, no es de ahora; tiene años dándose en diferentes frentes: por el voto, por acceso a la educación, por espacios laborales, por el derecho a vivir su propia vida. Es verdad que en estos últimos tiempos tiene una especial significancia.

Muchos personajes, de diversos sectores, apostando a la desmemoria, se manifiestan a favor de las mujeres, de sus luchas, de sus logros, de lo que falta. Se espera congruencia.

El movimiento es muy amplio, supera a quienes han pretendido circunscribirlo, acotarlo a distintos intereses. Han hecho suyo el color morado, el rosa, el verde.

Algunas instituciones cerraron sus puertas: escuelas, de la banca, se limitaron servicios, por señalar solo algunos. Eso es un triunfo de la importancia de las mujeres en todos, absolutamente todos los ámbitos. No se puede funcionar adecuadamente, ni siquiera cerca de ello, sin la presencia activa de las mujeres.

Cada quien tendrá que sacar sus propias conclusiones del día 8, del día 9, de lo previo y lo por venir. Pero en algo podemos coincidir, el estado de cosas no puede seguir de la misma manera: no pueden seguir desapareciendo mujeres; no pueden seguir matándolas; no pueden seguir siendo acosadas; no debe prevalecer la violencia intrafamiliar; no puede haber salario diferenciado por el hecho de ser mujer ante una misma actividad o nivel de responsabilidad; no pueden seguir siendo violadas; no pueden seguir siendo revictimizadas; o mejor dicho, no deben. Y si se diera algún delito, la justicia debe ser pronta y expedita.

Recuerda, del 2 al 27 marzo se realiza el Censo de Población y Vivienda 2020 #preparatusrespuestas.

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