Luis Arturo Hernández Gálvez, Subdirector de Epidemiología de los Servicios de Salud del Estado de Colima, dio a conocer que en la entidad se tiene detectado un caso de cólera en la población de El Chical en Coquimatlán, pero asegura que no es toxigénico, por lo que el riesgo de un brote es muy bajo, además de que ya se ha contenido al establecer un cerco.

«Es un caso el cual se identificó en el municipio de Coquimatlán, en la localidad de El Chical, fue captado a través del sistema de vigilancia epidemiológica, que se utiliza para detectar las enfermedades diarreicas agudas. Es un sistema que opera 24 horas todos los días del año».

Al momento en que el paciente acudió a los servicios de salud a solicitar atención médica, fue identificado por síntomas, por lo que se envió una muestra al laboratorio Estatal de Salud Pública para poder identificar la bacteria o virus.

Al momento que el laboratorio refiere que se trata de cólera, Hernández Gálvez señaló que se envió al Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (Indra) para determinar si es toxigénico o no, dando como resultado que no lo era. Esto significa que no ocasiona brotes, no es tan agresivo y no puede ocasionar una gran cantidad de enfermedades diarreicas.

Sin embargo dijo que no esperaron a que llegaran los resultados, luego de que se detectó se fue realizando la contención.

El cólera es una enfermedad diarreica aguda, ocasionada por una bacteria que se llama Vibrio Cholerae y se pude adquirir por la ingestión de alimentos o agua contaminados con el bacilo.

El médico estableció que la bacteria una vez que ingresa al intestino hace un barrido de células, es lo que provoca la diarrea, y con ello no permite que se absorban los nutrientes de los alimentos.

Las evacuaciones tienen características muy detectables, por el olor, color y que en ocasiones puede contener sangre.

El tratamiento que se prescribe es una única dosis de antibiótico y se mantiene vigilancia para evitar la deshidratación.

«(Cuando se detecta) lo que se hace es una contención, un bloqueo familiar, en donde identificamos a todas las y los integrantes de esa familia y les entregamos este tratamiento profiláctico y vemos si tienen o no alguna enfermedad, algún tipo de signos o síntomas de enfermedad diarreica aguda para poderlos mandar a muestrear».

«La segunda acción que nosotros hacemos después del bloqueo familiar, es un cerco epidemiológico. El cerco epidemiológico debe de abarcar cuatro manzanas a la redonda del domicilio del caso índice, que es el caso que identificamos, y muestrear casa por casa, identificar a toda las personas que viven ahí y buscar de manera activa, es decir, vamos de manera intencionada a identificar si hay o no casos de diarrea, de igual manera para muestrearlos, y entregar tratamiento y de esta manera cortar cadenas de transmisión».

El subdirector mencionó que como la localidad no les daba la cantidad de manzanas a la redonda, se optó por hacer un barrido cuestionando si alguien tiene enfermedad diarreica aguda o algunos síntomas como puede ser cambio en las evacuaciones, dolor abdominal, fiebre, dolor de cabeza, malestar general, para otorgar tratamientos profilácticos de manera oportuna y de esta manera cortar las cadenas de transmisión.

«El tratamiento específico para este tipo de enfermedades es a base de doxiciclina, damos el medicamento como dosis única y nada más estamos monitorizando ya al paciente en cuestión del estado de hidratación que mantiene».

Refirió que existe una vacuna, es oral, sin embargo no está disponible aún en México, se encuentra dentro de un periodo de investigación fuera del país.

Este tipo de bacterias se encuentran en climas más cálidos o tropicales y Colima los tiene.

Medidas preventivas

Luis Arturo Hernández Gálvez, Subdirector de Epidemiología de los Servicios de Salud del Estado de Colima, comentó que lo importante es trabajar de manera preventiva, con simples acciones como un buen lavado de manos de manera periódica.

«Un lavado de manos, de manera frecuente, y de manera correcta, como lo marca la Organización Mundial de la Salud. Nuestro lavado de manos debe durar entre veinte y cuarenta y cinco segundos, con agua y jabón, en donde nosotros lavamos las palmas, el dorso de las manos, entre los dedos, las uñas y pulgar y las muñecas, y enjuagamos, sin dejar caer nuestras manos para que no arrastren las bacterias que nosotros tenemos en la parte que no nos lavamos».

Refirió que el lavado puede ser con agua y jabón, así como con gel alcoholado, en caso de que no se pueda acceder al agua que es lo ideal.

Aunado a esto se debe tener también en mente la desinfección de los alimentos y del agua que se vaya a usar para consumo, que el agua se encuentre clorada o filtrada.

Que la desinfección de los alimentos sea a través de plata coloidal, hervirlos o freírlos. Si se va a consumir alimentos de origen animal, como pueden ser las proteínas, pollo, vaca, pescado, mariscos, de preferencia, no consumirlos crudos, que sean a través de un proceso de cocción para poder disminuir la cantidad de bacterias.

Lavar constantemente los utensilios con los que se cocina y aquellos donde se parten o pican los alimentos, para no contaminar verduras con carnes crudas.

También recomendó que si se va a comer fuera de casa, se busquen lugares que tengan sanitarios para poder realizar el lavado de manos, y verificar que tengan las certificaciones sanitarias reglamentarias.

«Fuera de asustarnos, lo que tenemos que hacer es mantenernos alertas en cuestión de las enfermedades diarreicas, agudas. No nos asustemos por este caso que tuvimos, es un caso no toxigénico, se hicieron las medidas necesarias, se actuó de manera oportuna, y las acciones que nosotros realizamos dentro de esta vigilancia epidemiológica para la contención de este tipo de casos, son acciones que nosotros realizamos de manera rutinaria», estableció Hernández Gálvez.

Invitó a la población a enfocarse en materia de prevención para evitar este tipo de enfermedades y otras que se pueden librar con el simple hecho de lavarse correctamente las manos y cuidar lo que se consume.

Además de no automedicarse y acudir a las unidades de salud, donde existe personal capacitado para atender todo tipo de enfermedades y donde se conocen los protocolos a seguir en caso de riesgos epidemiológicos.

Refirió que desde 1997 en el estado no se tiene un caso de cólera toxigénica, recordando que en esa ocasión se trató de un brote a nivel nacional que inició en 1991.

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