Colima. En el estado de Colima la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) ha apoyado la conservación y reforestación de suelos forestales de 9 mil 205 hectáreas con una inversión de 16 millones de pesos del año 2006 al 2012.
Hoy se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2013 bajo el lema “No dejes que nuestro futuro se seque”.
En los últimos 10 años a nivel nacional se han realizado trabajos de conservación y restauración de suelos. En el periodo de 2007 al 2010 se tienen un total de 853 mil 433 hectáreas trabajadas, estimándose una captación de agua en las tinas ciegas y zanjas bordo de aproximadamente 80 mil litros de hectárea en promedio, informó la CONAFOR.
Actualmente a través del Programa Nacional Forestal continúa en la asignación de recursos para realizar acciones de conservación y restauración de suelos a través de diferentes técnicas asesoradas por la CONAFOR.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), las tierras secas de México, ocupan aproximadamente 101.5 millones de hectáreas, poco más de la mitad de nuestro territorio.
Las tierras secas (áridas, semiáridas y subhúmedas secas) se encuentran principalmente en los desiertos Sonorense y Chihuahuense y en las regiones centrales influenciadas por el efecto de sombra orográfica generada por las Sierras Madre Occidental y Oriental.
El 70% de las tierras secas de todo el mundo, están degradadas, lo que equivale a 3 mil 600 millones de hectáreas (con excepción de los desiertos hiperáridos).
La población total de las tierras secas del mundo es de alrededor de 2 mil millones de habitantes, excluyendo las áreas hiperáridas (desiertos), hoy en día las tierras secas son el hogar de casi una de cada tres personas del mundo.
Las zonas secas albergan alrededor del 50 por ciento del ganado y el 44 por ciento de las tierras agrícolas del mundo, y son extensiones territoriales muy grandes que representan hábitats muy valiosos para la vida silvestre. Las mayores extensiones de tierras secas se encuentran en Australia, China, Rusia, Estados Unidos y Kazajstán.
Las sequías son el desastre natural más costoso del mundo. En el caso de Estados Unidos representa un gasto aproximado de 6 mil a 8 mil millones de dólares al año, considerando que este fenómeno afecta a más personas que ninguna otra forma de desastre natural.
Por ello, la UNAM a través de profesores investigadores y alumnos, realizan estudios al respeto y tiene varias propuestas.
Las políticas de Estado orientadas a hacer frente a la sequía y desertificación en el país, deben integrarse a partir de las necesidades específicas de cada comunidad y no ejecutar sólo un plan o estrategia nacional, recomendó José Manuel Espinoza Rodríguez, de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM.
La situación es crítica y está ligada a la disminución de la disponibilidad de agua para distintos usos; en consecuencia, las comunidades avanzan sobre distintas regiones en su busca, lo que se manifiesta en un conflicto entre las necesidades sociales y la preservación de los ecosistemas, acotó el especialista en recursos naturales.
Para revertir la desertificación y sus impactos es indispensable promover la agrosilvicultura, que implica el aprovechamiento de distintos elementos agrícolas, de la selva y el bosque.
Las políticas de subsidio al campo no resuelven las problemáticas básicas. Se requieren proyectos de infraestructura, gestión del agua y reforestación, además de impulsar el cultivo de variedades más resistentes para obtener resultados favorables a largo plazo.
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