Jalisco.- Este lunes 25 de noviembre, al margen del río Lerma que divide a La Barca, Jalisco, de Briseñas, Michoacán, fueron encontrados dos cuerpos más en una de las fosas clandestinas localizadas en el lugar, con lo que la cifra de muertos sube a 44.
Hasta los límites de Jalisco con Michoacán, en el municipio de la Barca, se trasladó el agente del Ministerio Público especializado en Delincuencia Organizada en Jalisco, para dar fe del hallazgo de la Procuraduría General de la República (PGR).
Los cuerpos son trasladados al Servicio Médico Forense de Guadalajara para después enviarlos a la ciudad de México, donde el personal de Servicios Periciales de la PGR realizan las autopsias correspondientes.
El presidente municipal de la Barca, Eduardo Espinoza Salazar, lamentó el hecho y aclaró que pese a la situación, el municipio continúa con sus actividades de manera normal.
“Sí es un hecho que nos tiene impactados, pero lo que nos preocupa demasiado es la imagen que se está creando de La Barca como municipio, nosotros seguimos con nuestra vida normal”.
Informó que hasta ahora ninguno de los cuerpos encontrados pertenecen a vecinos del lugar.
“Al día de hoy no tenemos reporte de gente que venga a reclamar a alguien y tampoco tenemos nada de esa información; aquí nosotros somos muy respetuosos de las autoridades, estamos al margen”.
Por su parte, restauranteros de la zona manifestaron para AFmedios que las ventas han disminuido pues entre la población hay miedo y no llegan los visitantes; la misma situación es para las gasolineras, pues a decir de los empleados de estos comercios sólo surten combustible a las personas que viven a los alrededores.
Los habitantes del municipio de la Barca aseguraron que la autoridad municipal, al igual que la estatal, los tienen olvidados y señalaron al Ejército como los únicos que hacen revisiones en carretera y eventualmente en las rancherías.
“La delincuencia es la que manda aquí; ellos dicen quién hace fiesta y quién no”, expresó un habitante.
“La Barca, Jalisco se encuentra olvidada de Guadalajara y cerca de los grupos delincuenciales de Michoacán, lo que nos deja a merced de los sicarios”, dijo un habitante que prefirió el anonimato ante posibles represalias.
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