Se consagraron Bolt y Phelps en Londres 2012

Londres.- Consagrados como estrellas en Pekín-2008, Usain Bolt y Michael Phelps volvieron a coronarse, cuatro años más tarde, como los grandes referentes de Londres-2012, marcados también por los pobres resultados de los nadadores australianos y del ciclista británico Mark Cavendish.

Usain Bolt, autor de su segundo triplete (100, 200 y 4×100 m) en cuatro años, es ya el velocista con más títulos olímpicos. El jamaicano se presenta como una leyenda, pero el futuro juzgará.

A la espera de ello, Bolt es la gran estrella de Londres-2012, a la misma altura que el nadador estadounidense Michael Phelps, convertido ya en el deportista con más medallas de la historia (22, 18 de ellas de oro).

Muy esperado por sus resultados de comienzos de temporada, su compatriota Ryan Lochte no ha arrasado en estos Juegos, aunque deja la capital británica con una buena recompensa (cinco medallas, dos de oro).

David Rudisha, por su parte, confirmó en una sola carrera que es el mejor semifondista de la actualidad, gracias a su victoria en los 800 m y, sobre todo, a su récord del mundo en 1:40.91.

En vela, el británico Ben Ainslie ha logrado su cuarto oro en otro tantos Juegos, igualando así al legendario Pol Elvstrom.

Tras su victoria en el Tour de Francia, Bradley Wiggins ganó la prueba de contrarreloj de ciclismo en ruta, convirtiéndose así en el atleta británico con más medallas de la historia de los Juegos (7), aunque poco después le quitó el récord su compatriota, el ‘pistard’ Chris Hoy.

El francés, Teddy Riner (2,02 m y 131 kg) ganó finalmente el oro olímpico en la categoría de +100 kg de judo, tras haberse proclamado cinco veces campeón del mundo, un récord. Y todo eso con sólo 23 años.

Por el contrario, otros deportistas que se presentaron en Londres como grandes favoritos en sus respectivas disciplinas no obtuvieron los resultados esperados.

El ciclista británico Mark Cavendish era el gran favorito para la prueba de ciclismo en ruta, celebrada al día siguiente de la inauguración de los Juegos, gracias a sus 23 victorias de etapas en el Tour de Francia desde 2008.

Pero Cavendish fue víctima de su reputación y de la veteranía del kazajo Alexandre Vinokourov, vencedor final de la prueba. El velocista británico tuvo que esprintar para lograr… el 29ª puesto.

En esa primera semana, los nadadores australianos decepcionaron, a la estela de su gran figura James Magnussen, que llegó a la capital británica con el alias de «el misil» y que tuvo que conformarse con una plata en los 100 m libres.

En atletismo, el estadounidense LaShawn Merritt, eliminado en las series de los 400 m cuatro años después de su título en Pekín, fue la principal decepción, junto al etíope Kenenisa Bekele, autor de un doblete (5.000-10.000 metros) en Pekín y que en Londres sólo pudo ser cuarto en unos 10.000 metros ganados por el británico Mo Farah.

La zarina Yelena Isinbayeva, doble campeona olímpica (2004-2008), perdió si título en salto con pértiga y lo tuvo que cambiar por una medalla de bronce. A sus 30 años, ya se cuestiona el futuro de su carrera y duda entre colgar las zapatillas en el Mundial-2013 en Moscú o alargar hasta los próximos Juegos de Río-2016.

Otro pequeño ‘fracaso’: el suizo Roger Federer, con su récord de 17 títulos del Grand Slam, fue derrotado en la final de tenis por el local Andy Murray, quedándose así sin el único gran título que falta en su carrera.

Y todo ocurrió sólo un mes después de su amplia victoria, en la misma cancha y ante el mismo adversario, en la final de Wimbledon. Eso se llama una maldición olímpica.

Con información de agencias

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