Rusia sorprende a Inglaterra y España y lleva Mundial-2018 a Europa Oriental

Rusia organizará el Mundial de fútbol de 2018, el primero de la historia en Europa Oriental, tras la votación realizada este jueves en Zúrich (Suiza) por el Comité Ejecutivo de la FIFA, sorprendiendo a los favoritos Inglaterra y la candidatura conjunta de España y Portugal.

El país ex soviético recibirá por tanto por primera vez el Mundial, dejando a Inglaterra, que lo había albergado en 1966, y España, que se presentaba con Portugal, y que lo acogió en 1982, sin una segunda oportunidad, mientras que Bélgica y Holanda, la cuarta candidatura, se presentaba con pocas opciones.

Rusia dio la sorpresa pese a que no había desplazado a Zúrich a su primer ministro, Vladimir Putin, al contrario que sus tres rivales.

Rusia pidió este en la presentación de su candidatura al torneo, que la FIFA ofrezca una oportunidad a Europa Oriental que nunca organizó la competición.

«Ya hubo diez Mundiales en Europa Occidental y ninguno en Europa Oriental. En nuestra área empezó una nueva era con la caída del Muro de Berlín en 1989. Con un Mundial en Rusia se caería otro muro simbólico para iniciar un nueva era en el fútbol», afirmó Vitaly Mutko, ministro de Deportes ruso.

El viceprimer ministro ruso Igor Shuvalov defendió también un primer Mundial en Europa Oriental.

«Somos más de 200 millones de personas en estos países. Toda una nueva generación desea recibir el torneo», dijo.

Alexey Sorokin, director general de la candidatura, afirmó que Rusia puede hacer frente a la falta de infraestructuras. «Proponemos 16 estadios, de los que trece serán construidos y tres remozados».

Sólo el estadio Luzhniki, en Moscú, se ajusta a la normas de un estadio de una fase final de un Mundial.

La gran talla del país constituye un desafío logístico, con trece ciudades reagrupadas en cuatro polos, y todas ellas situadas en la zona europea, con excepción de Ekaterinburgo.

Pero la candidatura rusa cuenta con el apoyo firme del primer ministro Vladimir Putin, que decidió ganarse a los miembros del comité ejecutivo desde la distancia, aduciendo no querer influir en ellos como habían hecho otras candidaturas, en referencia sobre todo a Inglaterra.

Putin denunció una «competencia desleal» y «una campaña evidente contra los miembros del comité ejecutivo de la FIFA». «Se le llena de barro y se intentar comprometerlos», lanzó en alusión clara a Inglaterra.

En la votación pudo haber represalias a Inglaterra por parte de algunos miembros del comité ejecutivo, dispuestos a vengarse contra su candidatura inglesa, la más sólida para 2018 con la de España/Portugal, según el informe del grupo de evaluación de la FIFA.

Fue el Sunday Times el que lanzó la polémica, el 17 de octubre, con una investigación titulada: «Copa del Mundo, votos para vender».

Según el diario, el tahitiano Reynald Temarii y el nigeriano Amos Adamu, miembros del comité ejecutivo de la FIFA, pidieron dinero por su voto a unos de sus periodistas que se hicieron pasar por miembros de una candidatura. Los dos hombres fueron suspendidos (tres años para Adamu, uno para Temarii).

El lunes, a tres días de la votación, la BBC ahondó más en el tema en su emisión Panorama cuestionando a tres miembros muy influyentes del comité Ejecutivo, el brasileño Ricardo Teixeira, el camerunés Issa Hayatou, presidente de la Confederación Africana (CAF) y miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), y el paraguayo Nicolás Leoz, presidente de la Confederación Sudamericana (Conmebol).

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