Colima.- Así como pasó con Santa Claus al momento de decidir qué juguetes traer a los niños colimenses la pasada Navidad, ahora los Reyes Magos se encuentran en la encrucijada de si regalar o no juguetes tecnológicos a los niños del centro del país.
Tres objetos concentran las peticiones de cientos de niños: teléfonos celulares, tabletas electrónicas y consolas de videojuegos, y Melchor, Gaspar y Baltasar se encuentran ante un dilema.
En la edición número 28 de la revista ReporteAF, esta agencia informativa expone la batalla entre juguetes tradicionales y dispositivos electrónicos, evidenciando que es imposible ignorar estos últimos.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2013 había 46 millones de usuarios de Internet, 11.7 por ciento de ellos –poco más de 5 millones– tenían entre 6 y 11 años de edad.
Según el estudio «La generación interactiva de Iberoamérica 2010», de Fundación Telefónica, al preguntarles si sus padres los dejarían jugar si supieran de qué tratan sus videojuegos, 33 por ciento de los niños mexicanos de 10 años o menos respondió que sólo con algunos, 39 por ciento de las niñas respondió lo mismo y 15 por ciento de ellas dijo que casi con ninguno.
Para Orquídea Padilla Ulloa, maestra en Psicología Aplicada por la Universidad de Colima, el juego es una necesidad para los niños, y como experiencia indispensable tiene dos fines: el aprendizaje y un enfoque terapéutico.
Entonces, lo que la psicóloga propone es tener mayor control y vigilancia de cuál es la relación que los niños tienen con los juguetes tecnológicos y establecer límites respecto de su uso.
Las recomendaciones para los juguetes tecnológicos, como videojuegos y aplicaciones para tabletas electrónicas y celulares, son:
*Elegir los que no tienen contenidos violentos.
*Que vayan acorde con la edad de los niños.
*Definir cuántas horas al día jugarán con aparatos tecnológicos.
*Condicionar el jugar al cumplimiento de responsabilidades en el hogar o la escuela.
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