Reforma laboral se aprueba en lo general, se discute en lo particular

Ciudad de México.- Una reforma laboral que busca establecer nuevas reglas de contratación en México, pero que abandonó una propuesta de transparentar el manejo de los sindicatos, avanzó el viernes en la Cámara de Diputados pese a la oposición de la izquierda que intentó bloquear la discusión.

Con 351 votos a favor y 130 en contra, la Cámara de Diputados aprobó los preceptos generales de la reforma laboral, aunque aún discutía de manera particular varios de los artículos.

La modificación a la ley laboral, que por cerca de cuatro décadas se había mantenido sin cambios, aún debe ser discutida y en su caso aprobada por el Senado.

Legisladores izquierdistas habían tomado por algunas horas la tribuna del Congreso en un intento por frenar la discusión del proyecto de reforma laboral, que según ellos daña los derechos de los trabajadores mexicanos y mantiene la opacidad en los sindicatos.

Enfundados en camisetas blancas, diputados federales de los tres partidos de izquierda colocaron pancartas en la tribuna y lanzaron consignas contra la propuesta.

«Esta reforma laboral es traición a la patria», se leía en una de las pancartas.

El presidente Felipe Calderón envió a principios de septiembre al Congreso una iniciativa de reforma laboral para relajar las reglas de contratación y fomentar la transparencia en sindicatos, además de que permitiría el trabajo a tiempo parcial, el pago por hora y la subcontratación.

Los defensores de la propuesta original dicen que contribuiría a crear el millón de empleos que se necesitan cada año en México.

El proyecto original, sin embargo, fue modificado en la Cámara de Diputados y se quitó que los sindicatos sometan sus finanzas a auditorías y realicen elecciones internas con voto secreto.

«La Cámara de Diputados está a punto de clavarle una daga a los trabajadores de México», dijo el diputado Martí Batres, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) tras pedir que se suspendiera la discusión, lo cual fue rechazado por la mayoría de los legisladores.

La protesta llevó a que se suspendiera momentáneamente la sesión.

La reforma laboral es considerada por algunos como una prueba para el presidente electo Enrique Peña Nieto, que busca mostrar que su Partido Revolucionario Institucional (PRI) es un partido moderno y democrático, y no el grupo político que gobernó el país por siete décadas continuas hasta el 2000 que fue calificado por sus opositores como autoritario y corrupto.

La mala reputación que ha mantenido el PRI entre sus críticos ha estado ligada a la opacidad con que se manejan los sindicatos, muchos de los cuales han sido afines a ese partido.

Además de ganar la presidencia en las pasadas elecciones del 1 de julio, el PRI también obtuvo la mayoría de asientos en la Cámara de Diputados y el Senado.

Legisladores del PRI, varios de ellos miembros activos de sindicatos, votaron por no incluir las propuestas de transparencia sindical.

«Vamos a proteger los derechos de los trabajadores», dijo a nombre del PRI el diputado Héctor Humberto Gutiérrez tras reanudarse la sesión.

«Somos respetuosos de nuestros sindicatos», añadió, aunque no mencionó nada sobre su negativa a dar más transparencia a esas organizaciones.

Miembros del Partido Acción Nacional (PAN), del presidente Calderón, también avalaron el proyecto modificado, lo que para izquierdistas muestra su incongruencia al no respaldar una propuesta enviada por el propio mandatario.

El diputado Juan Bueno Torio, del PAN, aseguró que la mayoría de las disposiciones incluidas en el proyecto de reforma son

Con información de agencias

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