¿QUÉ VIENE?

SEAN OSMIN HAMUD RUIZ
18 DE OCTUBRE DE 2021
BÁRTULOS

El fin de semana pasada tomaron posesión las diferentes fórmulas que conformarán las 10 administraciones municipales en nuestro estado.

No solamente se posaron en su lugar quienes fueron electos ediles, sino también el cuerpo del cabildo, inclusive algunos funcionarios cuyos nombramientos fueron precisamente ratificados por este grupo colegiado. También se dieron a conocer las propuestas para encabezar e integrar las distintas comisiones al interior del mismo.

Vale la pena que se recuerde y tome en cuenta que el gobierno en un ayuntamiento, legal y formalmente, no se vive con exclusivas decisiones de la presidencia. La constitución y la ley respectiva prevén que esta unidad administrativa la conforman presidencia, sindicatura y regidurías. La gran mayoría de las decisiones relevantes deben pasar a través de este órgano y votarse. Algunas de ellas podrán tomarse con mayoría simple, las más complejas por mayoría absoluta.

En general estamos mal acostumbrados a suponer que quién encabeza estas fórmulas es un ente todo decisor y con autonomía. La tradición nos ha hecho pensar que los cabildos solamente son parte de un trámite para ciertos momentos de la administración, pero insisto, de conformidad a la letra de la ley, el funcionamiento depende de acuerdos colectivos.

El famoso concepto de “cabildear” precisamente se deriva del esfuerzo de convencimiento que tienen que hacer aquellos que les interese hacer algún cambio o echar a andar alguna propuesta, pues al someterse al proceso de aplicación, ésta depende de los votos de quienes integral este grupo.

La vox populi a lo largo de la historia ha condenado a los regidores al papel de meros levanta dedos, motivados por el interés particular, por presiones personales o por haber sido comprados, dicen. Casi nunca ha trascendido que el proceso de toma de decisiones en los municipios venga de un debate informado, crítico y que busque la constante mejora de las condiciones de la ciudad y sus habitantes.

Hoy vemos en nuestras ciudades cabildos plurales, integrados por participantes de diversas ideologías y fuerzas políticas. Ojalá comprendan la importancia de su papel y se lancen al ruedo con capa y espada, no simplemente con pelucas y maquillaje. Si van a dar espectáculo, que sea digno.

Los y las regidoras también representan el interés de la población, llegaron ahí porque en campaña obtuvieron los suficientes votos para ello y no deben olvidarse: se deben al pueblo.

Y ojalá no se vean a si mismos como solo instrumentos o herramientas al servicio de la presidencia. Que no se consideren BÁRTULOS.

MICROCUENTO

Preferí voltear la mirada que continuar observando perplejo el resultado de mi fallido intento. Mucha información, muchos cuestionamientos, mucho afán y mucha fe. Finalmente, y con tristeza, mi olfato siguió torturándome, quemé las galletitas…