COLIMA.- Durante el desarrollo de las mesas de trabajo del XXXIII Congreso Internacional de Estudios Electorales de América Latica y El Caribe: “Elecciones y virajes políticos”, del cual fue sede la Universidad de Colima, se analizaron las ventajas y retos que implican el voto electrónico en sus límites legales y tecnológicos.

En la sesión, Gloria Morales Blas, Ángel López Montiel, Palmira Tapia Palacios y Alfredo Alcalá Montaño, hablaron de la reconfiguración de los procesos electorales hacia la era digital desde el punto de vista de las ventajas, desafíos y antecedentes que supone esta forma de elección.

Así, las y los ponentes abordaron los adelantos tecnológicos y cómo han permeado en toda la sociedad con una infinidad de herramientas computacionales, programas y sistemas electrónicos, lo que implica que en materia electoral es posible y necesario, según ellos, “una modernización y reconfiguración de los procesos en el país que permitan transitar hacia una era digital en la vida democrática del país”.

Para explicar el voto electrónico, mencionaron que el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral lo define como “los sistemas en que el registro, emisión o conteo de los votos en elecciones para cargos políticos y referendos, involucra el uso de tecnologías de información y telecomunicaciones”.

Como parte de este análisis, se destaca que en México las elecciones tienen un alto costo y los resultados tardan en darse a conocer derivado de las diferentes etapas y de todo el proceso que implica el día de la jornada electoral, por lo que el voto electrónico, dicen, se considera una opción viable y posible de implementar a mediano plazo. Esta forma de voto, consideraron, “supone una alternativa para reducir costos, para reducir el daño ambiental, agilizar procedimientos y contar con resultados más rápidos, además de que esta propuesta no requiere uso de Internet, sino de urnas electrónicas”.

En los antecedentes, señalaron que el Instituto Nacional Electoral (INE) cuenta con modelos de boletas electrónicas y ha llevado a cabo infinidad de ejercicios de manera exitosa, como las elecciones de Coahuila, Ciudad de México, Hidalgo y Jalisco, donde usaron boletas electrónicas. En el proceso electoral 2020 – 2021, informaron, el INE elaboró lineamientos para la implementación del voto electrónico.

A nivel internacional destacaron los casos de la India, por ser los primeros en utilizar el voto electrónico, seguidos de Paraguay, Argentina y Brasil en 1996. Venezuela, Perú y Panamá también han realizado el ejercicio democrático de manera electrónica.

Según lo expuesto, algunas problemas de las elecciones son los altos costos para la impresión de millones de boletas y actas, materiales electorales, útiles de escritorio, así como el equipamiento de cada lugar donde se ubican las casilla, además de los recursos humanos, como ocurrió en el pasado proceso electoral, en el que se instalaron 162 mil casillas.

Con relación a los retos que enfrenta el voto electrónico, mencionaron los siguientes: desconfianza y desconocimiento del uso de las herramientas tecnológicos, cumplir los estándares internacionales establecidos por la Comisión de Venecia (acceso universal, seguridad, auditabilidad, secrecía, autenticidad y previa realización de simulacros), así como el fomento de la cultura cívico-democrática en la era digital.

También dijeron que la era digital requiere de la participación del Instituto Nacional Electoral, de organismos públicos locales, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de los tribunales electorales estatales, la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, de los partidos políticos, ciudadanía y el Congreso de la Unión, pues son los que deben legislar en materia electoral.

Entre las ventajas, señalaron la reducción de los tiempos en los procesos electorales, el ahorro en la impresión de documentos y materiales electorales, los resultados más rápidos y la reducción de posibles errores en la captura de resultados. Además, aseguraron que el voto electrónico se puede utilizar en consultas populares, revocación de mandato, en elecciones internas de partidos políticos, en elecciones de delegaciones municipales y en otro tipo vinculantes que sean solicitadas por otras instituciones y organizaciones.

En conclusión, coincidieron en que lo anterior es posible con la confianza y voluntad de todos los implicados en las elecciones, para así transitar a la implementación del voto electrónico, pues la propuesta de su análisis es transitar hacia una democracia digital y realizar el sufragio, mediante esta modalidad, a mediano plazo.