Promesas económicas marcan los tres años de Raúl Castro en el poder

La incertidumbre es el común denominador en la sociedad cubana, que no sabe si festejar este jueves 24 de febrero por el tercer aniversario de Raúl Castro en el poder o tomarlo con cautela ante el anuncio de más cambios económicos.

Raúl Castro se convirtió en presidente de Cuba hace tres años cuando su hermano Fidel, tras 49 años en el poder, anunció que no aspiraría a ser reelecto al cargo. Desde entonces, las especulaciones de cambio para la isla no han cesado.

«En Cuba los grandes perdedores son los que creyeron que la llegada de Raúl Castro al poder iba a imprimir a la economía nacional y a sus vidas mayor dinamismo y un mayor grado de solvencia material y económica, cuando en realidad ha sido y será más de lo mismo», dijo en entrevista telefónica con CNNMéxico, la bloggera y periodista cubana Yoani Sánchez.

En su último discurso, en noviembre pasado, Raúl prometió cambios estructurales en el modelo económico cubano, entre los que se incluiría recorte del gasto público, reducción de subsidios, flexibilización del mercado laboral, disminución de empleados del gobierno, impulsar la productividad y menores restricciones a la actividad económica.

Según la autora del blog Generación Y, los cambios de Castro fracasarán porque se enfrentan al dilema de hacer eficiente un sistema «basado en la represión y en las prohibiciones absurdas».

«(Las reformas) sólo evidenciarán que Raúl Castro no puede transformar la criatura que una vez ayudó a crear. El llamado a la productividad o a la eficiencia no se ha materializado ni en los platos de la mesa ni en nuestro bolsillo», dijo Yoani.

Soluciones inmediatas a viejos problemas

Las reformas económicas, que podrían aprobarse en abril en el VI Congreso del Partido Comunista, responden a la necesidad de impulsar la productividad de la plantilla trabajadora de la sociedad cubana, consideró Ricardo Domínguez Guadarrama, profesor del posgrado de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Domínguez, que regresó de Cuba hace unos días tras meses de trabajo en la isla, asegura que la sociedad cubana aprueba los cambios en el sistema económico porque reducir el aparato gubernamental implica una oportunidad para la generación de empleos con mayores ingresos.

«Raúl Castro está resolviendo lo inmediato. Las reformas ayudarán a resolver el problema económico de la isla porque permitirán mejorar otros servicios del país como los de educación o de salud», dijo el profesor de la UNAM.

En septiembre de 2010, Fidel Castro sorprendió a muchos cuando declaró que «el modelo cubano ya no funciona, ni siquiera para nosotros (Cuba)».

Un mes después empezó el recorte de 500,000 empleos en el Estado para reducir las plantillas gubernamentales y se autorizó la apertura de pequeños negocios y cooperativas para contrarrestar el desempleo.

Según un reporte de gobierno entregado a la agencia Associated Press, en enero de este año, 75,000 personas recibieron licencia para trabajar en el sector privado, con lo que suman 143,000 cubanos con empleos independientes del aparato estatal.

El régimen calcula que habrá un cuarto de millón de nuevos empresarios en 2011. Actualmente, el salario para los trabajadores del estado es de 20 dólares al mes, pero también se les incluye servicios de salud y educación, transporte público gratuito, servicios públicos y vivienda.

Los cambios tardíos

«Los cambios han sido pocos y han llegado tarde, de ninguna manera se han traducido en un beneficio visible o inmediato para la sociedad. El anuncio de adelgazar el aparato estatal sólo trajo intranquilidad por el desempleo masivo, no hay soluciones ante el caos», dijo David Sarquis, profesor del Departamento de Estudios Sociales del ITESM, Estado de México.

El internacionalista considera que un régimen tan rígido no puede mostrar cambios sustanciales en sólo tres años, «por muy buena voluntad que se tenga no es tan fácil hacer modificaciones».

Según el índice 2011 de Libertad Económica, hecho por The Wall Street Journal y la Fundación Heritage, la economía de Cuba es la menos desarrollada de las 29 evaluadas en América Central, del Sur y el Caribe.

El índice concluye que Cuba ha mejorado en libertad comercial, fiscal y monetaria, pero el promedio total de su libertad económica es de apenas 27.7, lo que “hace de su economía una de las menos libres del mundo”.

«Los empresarios están esposados a regulaciones estrictas bajo control gubernamental. No hay tribunales libres de intervención política, la propiedad privada está estrictamente regulada y l falta de transparencia en el comercio y la excesiva burocracia limita la inversión», cita el estudio.

Yoani Sánchez, ganadora del Premio Ortega y Gasset de periodismo en 2008 por su trabajo sobre el régimen cubano, cree que la base del cambio en la isla no está en «reformas económicas reguladas» sino en «despenalizar la discrepancia».

«El día que Raúl Castro anuncie públicamente que en esta isla nadie más será castigado por decir públicamente lo que piensa, sean ideas políticas, económicas, ideológicas o de reformas agropecuarias, que nadie más será castigado, yo estoy segura que en Cuba se celebrará que cumple un año más en el poder».

Con información de CNN.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí