Una campaña del presidente Barack Obama contra el comercio de armas en la frontera con México que exigiría a los comerciantes el reportar ventas múltiples de fusiles de asalto ha sido postergada por la Casa Blanca en medio de una dura oposición de la industria.
La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por su sigla en inglés) dijo el mes pasado que haría más rigurosas las exigencias de reportes para ayudar a los agentes a reunir inteligencia para perseguir a contrabandistas que llevan rifles de alto poder a México.
Unas 30,000 personas han muerto en México víctimas de la violencia del narcotráfico desde el 2006.
La medida de la ATF exigiría a unos 8,500 comerciantes de armas en Arizona, California, Nuevo México y Texas que reporten las ventas de dos o más fusiles semiautomáticos con cargadores removibles a la misma persona dentro de un período de cinco días.
La Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca esperaba aprobar el cambio de normativa de emergencia el miércoles. Pero un funcionario dijo que «la solicitud de recolección de información de la ATF aún está bajo revisión», y rehusó realizar más comentarios hasta que «la fase de deliberación haya concluido».
La poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por su sigla en inglés), que presiona por el derecho a la posesión de armas, ha criticado al gobierno de Obama por utilizar la violencia de los cárteles de narcotraficantes mexicanos como un pretexto para imponer un registro a la venta de armas.
«Esta es sólo una excusa vaga para iniciar un radical plan de registro de armas», dijo el mes pasado el vicepresidente ejecutivo de la NRA Wayne LaPierre en el sitio en internet del grupo.
«La NRA hará todo en su poder para impedir que estos ‘requerimientos de emergencia’ entren en vigor», agregó.
¿Demora burocrática?
Activistas en favor del control de armas dijeron que esperaban que la demora fuese sólo un asunto de procedimiento.
«Nosotros nos hemos sentido muy decepcionados del Gobierno de Obama durante la mayor parte de sus dos primeros años en el poder respecto al tema de las armas», dijo Paul Helmke, presidente de la Campaña Brady para Evitar la Violencia con Armas.
«Esperamos que esto sólo sea una demora burocrática común. Nosotros no hemos oído lo contrario aún», agregó.
Funcionarios estadounidenses dicen que un «río de hierro» de armas de fuego fluye hacia el sur para abastecer a los integrantes de los poderosos cárteles del narcotráfico en México con fusiles Kalashnikov y AR-15, y las populares pistolas de calibre .38 decoradas para los líderes.
Cerca de un 90% de las armas incautadas en delitos en México fueron vendidas inicialmente en Estados Unidos, según la ATF. Los investigadores dicen que cerca de tres cuartos de las pistas llevan a ventas en los cuatro estados fronterizos.
Obama y el gobierno del presidente mexicano Felipe Calderón han aumentado la cooperación en los últimos meses para detener el contrabando de drogas hacia el norte y el flujo de dinero y armas hacia el sur.
«Los comerciantes ya tienen que reportar ventas múltiples de armas de mano y esto sólo es implementar lo mismo para armas largas», dijo Helmke.
Con información de Reuters.
